PRETORIA.- Oscar Pistorius declaró este miércoles que su novia Reeva Steenkamp murió en sus brazos luego de él le disparara en su casa el año pasado.
El atleta que sufrió la amputación de sus dos piernas cuando era niño pero compitió en los Juegos Olímpicos de Londres corriendo sobre prótesis declaró por tercer día en el juicio que se le sigue por el homicidio de su novia un día después de que lloró y gritó al recordar el momento en que se dio cuenta de había herido fatalmente a su novia.
Pistorius sostiene que le disparó por accidente al confundirla con un intruso que había entrado en su casa.
Hoy el atleta paralímpico mantuvo la compostura la mayor parte del tiempo aunque a menudo detuvo su discurso y su voz tembló cuando describía lo que, señaló, eran intentos desesperados de ayudar a la modelo de 29 años a la que disparó a través de la puerta del baño.
"Reeva murió cuando la estaba sosteniendo", dijo Pistorius, quien describió cómo puso los dedos en la boca de la mujer para tratar de ayudarla a respirar y la manera en que presionó su cadera en su intento de detener la hemorragia causada por la herida.
El sudafricano que se sintió "indefenso" y que quería llevar a Steenkamp al hospital pero que un vecino le sugirió que esperara a los paramédicos. La policía arribó al sitio más tarde.
"Le pregunté a un policía si podía lavarme las manos porque el olor de la sangre estaba a punto de hacerme vomitar", indicó Pistorius. "Cada vez que veía a Reeva sentía nauseas así que estuve más tiempo en la cocina. Me senté en la despensa, junto a la lavadora", declaró.
El testimonio de Pistorius fue conducido por el coordinador de su defensa, Barry Roux, y más tarde sería interrogado por el fiscal Gerrie Nel, quien sostiene que el atleta mató a Steenkamp luego de una discusión.
El deportista está acusado de homicidio premeditado y podría recibir una condena de entre 25 años y prisión perpetua si se le declara culpable.
Pistorius rompió en llanto el martes al recordar cómo abrió a golpes la puerta del baño a través de la que disparó a Steenkamp en la madrugada del 14 de febrero de 2013. Sollozó y gritó durante la audiencia por lo que la juez ordenó que el proceso se suspendiera.
