El presidente de Lufthansa y el ministro de Transportes alemán declararon por el accidente del avión Germanwings.
EFEBERLÍN.- Carsten Spohr, presidente de Lufthansa, se presentó frente a la Comisión de Transportes del Parlamento alemán por la catástrofe del avión Germanwings, enfatizando su compromiso con los familiares de las víctimas y el esclarecimiento del fatídico hecho.
"Para nuestra compañía han sido cuatro semanas en situación de estado de excepción", afirmó Spohr, tras comparecer junto con el ministro de Transportes, Alexander Dobrindt.
La atención a los familiares de las 150 víctimas de la catástrofe son la "tarea prioritaria" para su aerolínea durante estos días, prosiguió Spohr, quien rehusó precisar cuándo tendrá lugar el traslado de los restos a sus lugares de origen porque, según declaró, eso es competencia de las autoridades francesas y alemanas.
Por su parte, el ministro advirtió que el aclaración total de lo ocurrido todavía puede llevar "su tiempo", y anunció que el próximo mes se realizará un simulacro, idéntico al que se llevó a cabo el día del accidente, para tratar de avanzar en esas investigaciones.
Dobrindt indicó que el monto de las indemnizaciones a los familiares deberá fijarse en función de las nacionalidades de las víctimas y de la regulación de sus respectivos países.
Spohr y el ministro hicieron estas declaraciones al final de su comparecencia, a puerta cerrada, ante la comisión de Transportes, convocada casi un mes después de la tragedia, ocurrida el 24 de marzo en los Alpes franceses.
Tanto las investigaciones en curso de la fiscalía de Düsseldorf como las grabaciones contenidas en las cajas negras del Airbus A320 apuntan a que el copiloto, Andreas Lubitz, estrelló el avión de forma deliberada.
Según las investigaciones de la fiscalía alemana, el joven de 27 años —quien en 2009 interrumpió su formación como piloto en Lufthansa para tratarse por una depresión grave— tenía para el día del siniestro una baja médica, que al parecer ocultó a sus empleadores.
Durante el último tiempo Lubitz había seguido en varias terapias, lo que supuestamente tampoco conocía la dirección de Germanwings, filial de bajo coste de Lufthansa.
En el avión viajaban seis miembros de la tripulación y 144 pasajeros, en su mayoría procedentes de Alemania y de España.
El viernes pasado se celebró en la catedral de Colonia un funeral de Estado por los fallecidos, con asistencia de la plana mayor de la política alemana, familiares de las víctimas y también de representantes de Lufthansa.
