WASHINGTON.- El último informe dado a conocer por el sitio web de la Universidad Tecnológica de Virginia, revela que el número de muertos tras el tiroteo asciende a 33 personas, entre las que se cuenta el agresor -que aún no ha sido identificado- quien habría sido abatido a tiros.
"Hoy la universidad fue golpeada por una tragedia de proporciones monumentales", dijo Charles Steger, el presidente de la casa de estudios que esta mañana se vio azotada por la peor masacre que ha visto una universidad estadounidense.
La universidad declaró que el individuo abrió fuego en dos ocasiones distintas, en sectores opuestos del campus, a partir de las 07.15 de la mañana. Primero disparó en West Ambler Johnston, una residencia estudiantil que aloja a 895 personas y dos horas más tarde lo hizo en el Salón Norris, dedicado a estudios de Ingeniería.
"Hay una gran conmoción. No sabemos bien lo que está sucediendo", expresó Jason Anthony Smith, estudiante de 19 años que vive en la residencia donde comenzó la balacera.
Por su parte, la estudiante Aimee Kanode de Martinsville, dijo que el suceso ocurrió en el cuarto piso de la residencia West Ambler Johnston, un piso arriba del suyo. El encargado del edificio le tocó la puerta a eso de las 08:00 de la mañana y le pidió a los estudiantes quedarse en sus sitios.
"Nos encerraron en el edificio", dijo Kanode. "Estamos todos navegando la internet enterándonos de lo que pasó", agregó.
Los estudiantes se quejaron de que no tuvieron información sobre lo ocurrido a tiempo, ya que sólo se enteraron minutos antes del segundo ataque.
Al respecto, el presidente de Virginia Tech, Charles Steger, dijo que las autoridades creyeron que los disparos en el dormitorio habían sido una disputa doméstica y erróneamente pensaron que su autor había huido del campo.
Por ello no le prestaron atención en un principio y el atacante cruzó todo el campus hasta los salas de clases de Ingeniería.
"No teníamos ninguna razón para pensar que otro incidente estaba por ocurrir", declaró Steger.
