NUEVA YORK.- Los personajes de Disney más amados por los niños, desde Simba hasta Aladin, Mulan, Bambi o el insospechable osito Winnie Pooh, se mueven en películas que contienen demasiadas escenas de violencia y corren el riesgo de dejar huellas duraderas en la imaginación de los pequeños espectadores.
La alarma, destinada a provocar una inevitable aprensión en los padres de todo el mundo, procede de los investigadores de la Harvard School of Public Health, que examinaron 74 filmes de animación que desde 1937 hasta hoy fueron clasificados como "aptos para todo público".
Los resultados, publicados en el Journal of the American Medical Association, son alarmantes: la violencia domina en las películas para niños, sobre todo las de los años 90.
Los investigadores piden incluso que sean revisados los criterios con que la MPA -el ente norteamericano que evalúa los contenidos de las películas- asigna la clasificación G, la de los filmes aptos para espectadores de todas las edades.
De la investigación la Disney, que por ahora no hizo comentarios, sale perjudicada, aunque en el "top ten" de los filmes de alto contenido de violencia sobresale un producto de la Warner Brothers de hace dos años, "Camelot".
Inmediatamente después de la saga de dragones y caballeros, aparece una ráfaga de películas de Disney. La primera, "Bug's Life": en la animación digital que cuenta la vida de una colonia de hormigas hay 18 minutos de violencia, muy por encima del promedio de los 74 filmes, que es de 9,5 minutos.
El concepto de violencia considerado por los autores de la investigación, Fumie Yokota y Kimberly Thompson, es muy amplio.
Se va desde la verdadera crueldad -el asesinato del padre de Simba a manos de su malvado hermano Scar, en "El rey León"- hasta escenas aparentemente cómicas, como la del Tigre que se lanza como una pelota contra sus amigos en los dibujos de Winnie Pooh.
Además de "Bug's Life", según los investigadores de Harvard, hay demasiada violencia en películas recientes como "Aladin", "Mulan", "Hercules" y "El jorobado de Notre Dame".
Pero viejos objetos de culto como "Bambi" tampoco escapan a las críticas: la muerte de la madre del cervatillo es una escena que, para los estudiosos, puede haber perturbado a varias generaciones de niños desde los años 40 hasta hoy.
El trabajo no se explaya sobre los daños que los pequeños pueden sufrir por la violencia en las películas. Pero una experta de la Universidad de Wisconsin, Joanne Cantor, trazó un cuadro alarmante.
"Si fueran daños transitorios, no sería un problema. Pero mis investigaciones dicen que las pesadillas duran semanas, meses, incluso años. Hay que ser muy prudentes al mostrar cualquier escena de violencia en televisión a niños menores de seis años", sostuvo.
