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Skármeta: Realismo mágico se vio sustituido por el realismo poético

"El realismo mágico es la identidad de América Latina. Gracias a él, el imaginario de este continente entró en el mundo occidental, pero muchos de sus hallazgos, a fuerza de repetirse, se han agotado. Yo me veo más inclinado al realismo poético", dijo el destacado escritor chileno Antonio Skármeta.

23 de Junio de 2001 | 15:57 | AFP
RIO DE JANEIRO.- El realismo mágico, "gran embajador de la literatura latinoamericana ante el mundo", está desgastado por el uso y el abuso, por eso en el siglo XXI se impone el "realismo poético", que recree un mundo impregnado de realismo, política e historia, consideró el escritor chileno Antonio Skármeta.

"El realismo mágico es la identidad de América Latina. Gracias a él, el imaginario de este continente entró en el mundo occidental, pero muchos de sus hallazgos, a fuerza de repetirse, se han agotado. Yo me veo más inclinado al realismo poético. En el mundo de mis novelas, todo es real salvo la mirada que lo observa", aseguró el escritor durante un seminario sobre literatura celebrado esta semana en Río de Janeiro.

Autor de libros tan conocidos como "El cartero y el poeta", sobre la relación de Pablo Neruda con el hombre que le entregaba diariamente la correspondencia, "La boda del poeta" o "No fue nada", Skármeta, exiliado en Alemania después del golpe militar de Augusto Pinochet en 1973, admite que su vida, las experiencias de sus amigos y su familia o la historia de su país no pueden desaparecer de sus libros.

"Es misterioso cómo una novela crece dentro de un autor. Yo trabajo con sentimientos y emociones que me inquietan y me desorganizan. (...) No busco la política en mis libros, ella me provoca, me busca, me saca de mi país, mata a mis mejores amigos y se cuela en la vida de mis personajes sin pedir permiso", explicó el autor, que hoy es embajador de Chile en Alemania.

Skármeta considera que se convirtió en escritor profesional cuando, de niño, su abuela, que escuchaba fielmente las telenovelas radiofónicas, apagó el transistor y le dijo, un buen día, "Cuéntame tú esa historia".

Miles de páginas escritas, cientos de historias y decenas de personajes tremendamente conflictivos, tiernos y humanos separan a ese Skármeta niño del hombre de 60 años que es hoy.

A lo largo de su vida de escritor, el novelista chileno siempre defendió con fuerza el concepto de literatura latinoamericana. "El lector europeo queda fascinado por América Latina leyendo la prosa de Borges o los poemas de Neruda porque siente que tras esas letras hay una épica latente, un sentimiento de pertenencia a un mundo más amplio, cargado de futuro, de imprevisibilidad. Sólo eso legitima el concepto de literatura latinoamericana", explicó.

Con la sonrisa tatuada en el rostro y un permanente buen humor, Skármeta compartió con escritores como el argentino Juan Gelman, la mexicana Elena Poniatovska o el brasileño Joao Ubaldo Ribeiro el seminario "Maestros de la literatura latinoamericana contemporánea" en Río de Janeiro.

Durante su estancia en la ciudad, el escritor defendió la militancia política de los escritores, habló sobre la presencia latente del gobierno de Pinochet en la actual sociedad chilena y de la necesidad de que "América Latina retome el camino de su liberación".

"Una dictadura tan larga y cruel siempre deja secuelas. La sociedad chilena fue tan ultrajada que hoy es más conservadora. La herencia de Pinochet sigue presente en el país: en las familias de los desaparecidos, en nuestra Constitución, que no es tan democrática, en los exiliados o en el juicio pendiente de Pinochet, que no es un proceso rápido y la espera resulta a veces insoportable", concluyó.
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