PARÍS.- La industria de la música se da cita a partir de este fin de semana en Cannes (sureste de Francia) en la 37 edición del MIDEM, confrontada al reto de las nuevas tecnologías, el descenso de las ventas de discos y la competencia de la piratería.
El habitual desfile de estrellas musicales por el Palacio de Congresos de Cannes estará en esta ocasión oscurecido por el mal momento que atraviesa el sector, más pendiente de resolver sus problemas que de disfrutar de sus artistas.
Las miradas estarán puestas más en las cifras que en los cantantes, y sólo algunas excepciones, como la presentación mundial del documental "Caballé, más allá de la música", sobre la diva española Montserrat Caballé, han creado expectación y han escapado al ambiente de crisis del sector.
Desde 1997, la venta de discos en el mundo no ha parado de caer, salvo escasas excepciones como Francia, donde la pujanza de grupos locales permitió al mercado crecer un cinco por ciento en 2001.
A la espera de los datos definitivos de 2002, que en gran medida serán develados en el MIDEM, las cifras de 2001 no invitan al optimismo, con un descenso de más de once puntos en las ventas, tendencia confirmada en el primer semestre de 2002 (-9,2%).
En Estados Unidos, que representa el 40 por ciento del mercado mundial, se vendieron en 2002 unos 681 millones de discos y casetes, cien millones menos que el año anterior.
El carrusel de conferencias y debates que conforman el MIDEM versará sobre las dos grandes amenazas de este mercado: el acceso a archivos musicales a través de internet y la venta de discos pirata.
La jornada de mañana sábado estará dedicada a la primera cuestión, a través del MIDEMNET, preámbulo de la feria dedicado a las nuevas tecnologías.
El principal objetivo es acabar con los sitios de internet que permiten "bajar" archivos musicales de forma gratuita o el intercambio de archivos en formato MP3 entre usuarios de la red.
Según la Federación Internacional de la Industria del Disco (IFPI), 5.000 millones de ficheros fueron intercambiados en la red en 2001, una plaga que no se detiene a pesar de que la presión legal obligó a eliminar 700 millones de archivos dispuestos a ser "bajados" por los internautas.
La desaparición de Napster, gigante de la música gratuita en internet, ha dado paso a la proliferación de otras webs, que deja en una situación marginal los sitios de pago creados por las grandes casas discográficas.
La batalla legal contra los sitios gratuitos ha comenzado y las discográficas presionan a los servidores de internet para que combatan estas páginas.
Aún más preocupante parece el incremento de la venta de discos pirata, que se plasma en la proliferación de lo que se ha dado en llamar el "top manta", en referencia a los vendedores ambulantes que sobra una manta venden copias de discos en las aceras urbanas.
La IFPI calcula que en 2001 se vendieron 950 millones de discos piratas, lo que supone un 28 por ciento del mercado mundial y un incremento del 48 por ciento con respecto al año anterior.
Según los expertos, las redes de piratería recaudaron 4.300 millones de dólares, parte de los cuales fue a parar a redes mafiosas relacionadas con el narcotráfico y el blanqueo de dinero, indica la IFPI.
La situación es grave en España, séptimo mercado discográfico del mundo (con un volumen de negocios de 613 millones de dólares en 2001) donde el número de copias pirata vendidas ha pasado del 5 por ciento del total en 1997 al 30 por ciento en 2001.
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) calcula que el "top manta" supuso a la industria discográfica una pérdida de 200 millones de euros en 2002 y eso a pesar de que las autoridades confiscaron en las aceras 600.000 discos y detuvieron a 340 personas relacionadas con ese tráfico.
Pero las discográficas están alertan también sobre el incremento del "pirateo artesanal" de CD (discos compactos), por lo que han iniciado contactos con la industria informática para introducir limitaciones técnicas a la copia de ficheros musicales.
