RIO DE JANEIRO.- La cantante carioca Nora Ney, un mito de la radio y primer disco de oro de la historia de la música popular brasileña, murió hoy en Río de Janeiro a los 81 años, por falencia múltiple de los órganos.
Según informó hoy su marido, el cantante Jorge Goulart, la artista sufría un efisema pulmonar agudo, y necesitaba de respirador artificial para poder sobrevivir, desde hacía mucho tiempo.
Nora Rey y Jorge Goulart se conocieron en 1951. Ambos eran separados -ella tenía dos hijos y él, uno-. Se fueron a vivir juntos, rechazaban el casamiento convencional y se llamaban "compañeros". Sólo se unieron oficialmente en 1992, para fines burocráticos.
La pareja no sólo compartió la música sino también la militancia política. Declarados comunistas, fueron los primeros brasileños en realizar shows en la Unión Soviética. Juntos recorrieron China y los países del este europeo.
En 1964, cuando comenzó la dictadura militar, ambos fueron echados de Radio Nacional, por sus posiciones políticas. Así, pasaron los primeros ocho años del régimen (que se extendió hasta 1985), en el exilio.
En la época en que se conocieron, la artista que desde los años 40 integraba el "fans club Sinatra-Farney", comenzaba su exitosa carrera cantando en Radio Nacional y dando shows en Copacabana y en el Hotel Copacabana Palace. Eran tiempos del auge del samba-canción y de las músicas de fusión, estilo del que Nora Rey fue una de sus representantes principales.
Al inicio, la cantante se negaba a cantar en portugués y lo hacía en inglés, bajo el nombre artístico de "Nora May", porque sentía que su voz no "combinaba" con su lengua de origen, y así fue la primera en grabar en Brasil el éxito de Bill Halley "Rock around the clock", en 1956.
Más tarde cedió a los pedidos del público y empezó a cantar y grabar en portugués trabajos como "Menino Grande", del compositor Antonio Maria, que le valió el primer disco de oro de la música brasileña, y "Ninguém me ama", en colaboración con Fernando Lobo. Nora Rey también fue una de las primeras en cantar composiciones de Tom Jobim.
Especialistas en música brasileña consideran que la artista creó un estilo al interpretar las músicas de manera "susurrada", como "diciendo" la letra, sin impostar la voz, el mismo estilo que más tarde fue adoptado y eternizado por Joao Gilberto.
Hipertensa y fumadora desde hace muchos años, sufría de efisema pulmonar y necesitaba de respiradores artificiales para sobrevivir. Su marido Jorge Goulart, de 77 años, estuvo a su lado hasta el final en el hospital Samaritano, donde estaba internada desde agosto.
Según Goulart, la muerte de la artista "fue un alivio, porque ella estaba sufriendo mucho", y al momento del deceso "Nora estaba sonriendo".
