SANTIAGO.- El conflicto limítrofe que amenazó con desencadenar una guerra entre Chile y Argentina, hace 25 años, será llevado al cine por el director chileno Alex Bowen.
La cinta, cuyo rodaje se inició esta semana, recrea los aprestos militares de ambos países, que en diciembre de 1978 estuvieron a escasas horas de librar una guerra por el diferendo del Canal Beagle, al sur del Estrecho de Magallanes.
Las filmaciones se centrarán en Punta Arenas y la región de Magallanes, 2.180 Km al sur de Santiago, donde hace 25 años, en medio de un fuerte clima bélico, las fuerzas armadas chilenas y argentinas se preparaban para la guerra desde ambos lados de la frontera.
"Mi Mejor Enemigo" será un filme sobre la "hermandad y la amistad" que se dio entre un grupo de soldados de Chile y Argentina apostados en las trincheras, explicó su director.
En la realización de la película han colaborado los ejércitos de los dos países, que facilitaron información histórica, asesoría técnica, ayuda logística e incluso entregaron instrucción militar al elenco, señaló Bowen.
La historia tiene como protagonistas a los actores chilenos Erto Pantoja, Nicolás Saavedra y Felipe Braun y los argentinos Miguel Dedovich y Jorge Román.
"Esta película habla de otras cosas, habla de un grupo de soldados en un conflicto con Argentina. No es un tema político", dijo el actor Felipe Braun.
El guión fue escrito por Julio Rojas y Paula del Fierro.
La película cuenta con el apoyo financiero del Fondo Ibermedia, y tendrá un costo cercano a los 800 mil dólares.
La posesión de las islas Picton, Nueva y Lennox, ubicadas en el Canal Beagle, en la boca oriental del Estrecho de Magallanes, fue la causa del diferendo que habría desatado la guerra si el 22 de diciembre de 1978, tres días antes de la Navidad, no hubiera intervenido el papa Juan Pablo II, que recién iniciaba su pontificado.
La mediación del Pontífice culminó en 1984, cuando Chile y Argentina suscribieron un tratado permanente de paz y amistad, que dirimió las controversias sobre el extremo austral de sus territorios y marcó el fin de las diferencias limítrofes entre las dos naciones que comparten más de 4.000 km de frontera.
Tres años después, en abril de 1987, Juan Pablo II visitó Santiago y Buenos Aires, para sellar con su presencia ese acuerdo de amistad que, de manera simbólica, intenta reflejar "Mi Peor Enemigo".