SANTIAGO.- María Eugenia Larraín decidió relatar públicamente su versión sobre la ruptura del compromiso matrimonial con Iván Zamorano.
En una conversación telefónica con Canal 13, que ella misma solicitó, Kenita afirmó que quería dar la cara para terminar con la ola de suposiciones e "inventos" que se han vertido desde que el país se enteró que la boda había fracasado y para limpiar su imagen, porque asegura que "me dejan a mí como la mala de la película".
Explicó que ambos habían terminado su relación hace una semana, y pidió que la prensa no siga especulando sobre el tema por respeto a ellos y a su familia.
Entre lágrimas y con la voz entrecortada, la modelo dijo que la decisión de cancelar indefinidamente la boda fue tomada por diferencias de personalidad entre ambos.
"Se produjo un quiebre, yo creo que a todo el mundo le ha pasado", dijo la ex novia de Iván enfatizando que tanto ella como el ídolo nacional son seres humanos.
"La decisión ya la habíamos tomado y lo habíamos hecho en conjunto por desavenencias de nuestras personalidades y cosas así que de verdad no pudimos superar. Nosotros nos amamos y nos adoramos pero no lo pudimos superar y menos con la presión que teníamos de que se acercaba la fecha".
"Fue una decisión que tomamos maduramente. Es súper difícil parar un matrimonio de esta envergadura, con toda la gente de por medio, a días, semanas u horas. Es súper difícil, por favor entiéndannos. (...) Imagínate el dolor que tengo, y además ver la prensa y ver las barbaridades de las hipótesis que circulan. Te lo juro que me dejan 20 veces peor de lo que estoy".
"Tuvimos problemas de personalidad. Ése fue el motivo, no hay otro motivo", enfatizó.
Consultada por las versiones de prensa que la vinculan con el tenista español Carlos Moyá, la modelo negó tajantemente haber tenido una relación con el deportista.
"Encuentro increíble las cosas que se han dicho. Sí me fui del país porque necesitaba estar sola, sí estuve en Palma de Mallorca, no me fui a juntar con Carlos Moyá; conozco a gente hace muchísimo tiempo ahí, y unas familias amigas me tendieron la mano en este momento".
Según Kenita, la prensa ha inventado todo lo que ha salido en los medios y "yo les digo, primero averigüen".
En ese sentido, está indignada con las suposiciones respecto a conflictos de índole económico en la pareja, y sobre todo con una supuesta homosexualidad de Iván Zamorano, y argumentó que todo es un invento.
"Me duele escuchar versiones de que califiquen a Iván de homosexual y todo eso...Me duele, dijo compungida.
Agregó que hace una semana no habla con quien iba a ser su esposo, pero aseguró entre ellos aún existe mucho amor. "Por supuesto que hay mucho cariño, imagínate, si nos íbamos a casar. Pero Iván quiere tener hijos, yo también quiero tenerlos y antes de todo (en relación a la boda), no les íbamos a poder dar la familia que necesitaban".
La ex novia aseguró que nunca ha tenido problemas con la señora Alicia (Zamora), madre de Iván, como se ha especulado. "Yo a ella la adoro", afirmó.
Asimismo dijo desconocer las razones de por qué no se detuvieron los preparativos del matrimonio apenas se tomó la decisión de no casarse. "Telefónicamente por un familiar me enteré que ni la hora del civil ni la Iglesia se había detenido". Fue entonces cuando Kenita, quien pensaba quedarse más tiempo en España, decidió volver de inmediato a Chile.
Antes de terminar la llamada telefónica, Kenita rogó que los comprendan. "No sean insensibles", dijo.
"No quiero que sigan haciéndonos más daño a mí y a Iván (...), que digan que nuestro matrimonio era un montaje, que no existía amor entre nosotros. O sea, imagínate lo doloroso que es escuchar estas cosas, que fue por un desacuerdo económico, o sea, ¡por favor!, si la familia de Iván hubiera sabido que yo era una persona interesada, así como quizás también sintieron con otras personas, jamás me hubieran aceptado que se casara conmigo, o sea ¡todos esos rumores son totalmente falsos!".