HOLLYWOOD.- Bajo un sol radiante amenazado por una capa de nubes, la alfombra roja ya estaba tendida en el mítico Teatro Kodak en Hollywood, rodeado de centenares de personas que desde temprano se agolpaban para vislumbrar a algunas de sus estrellas favoritas y cumplir el sueño de su vida.
"A punto de comenzar, la emoción va en aumento", dijo un periodista que desde temprano trasmite por televisión las minucias que rodean la organización del mayor evento de Hollywood, en los suburbios de Los Angeles (California, suroeste).
Pegado al Teatro, en el hotel Renaissance, donde se aloja la mayoría de las estrellas, dos mujeres de cuarenta años estaban a la caza de alguna luminaria. Desde temprano recorrieron los cerca de 20 pisos del Hotel a la búsqueda de alguna celebridad. Se pueden dar por satisfechas: se cruzaron con Renee Zelleweger, nominada a "mejor actriz de reparto" por Cold Mountain.
"Vimos a Renee Zellweger en la recepción del hotel!", se repetían incrédulas dando saltitos y abrazándose una a la otra.
Centenares de turistas, algunos que vinieron especialmente de distintos puntos del país para el máximo evento del cine, intentaban sortear las extremas medidas de seguridad que rodean la zona, con las calles aledañas al Teatro Kodak cerradas y vigilantes policías apostados en todas las esquinas.
A pocas metros de la fiesta, un malhumorado grupo de "homeless" (personas sin casa) se reunía en una esquina. La policía se había asegurado de desalojarlos de la zona para no ensombrecer el "glamour" de la fiesta.
Poco a poco comienza a revelarse una de las incógnitas que más expectativa genera: el vestuario de las estrellas. No es de extrañar que diseñadores, maquilladores, estilistas y un largo etcétera trabajen desenfrenadamente durante la semana para conseguir que "las modelos", protagonistas de la fiesta, accedan a vestir alguna de sus creaciones.
Apenas pisan la alfombra roja, las estrellas se muestran, se sacan fotos y dan todos los detalles de su vestuario: diseñador, estilista, alhaja...nada queda sin revelar. "Es la mejor publicidad de todas", dijo la diseñadora estadounidense Abi.
En la joyería Chopard ya todos celebraban. La actriz Charlize Theron, nominada para mejor actriz por su papel en "Monster", ya anunció que se adornará con unos pendientes de 46 diamantes y un brazalete de 546 de esas preciosas piedras.
Una diseñadora sudafricana sonreía este domingo de oreja a oreja: Theron, su compatriota y sin duda una de las modelos favoritas del evento, ya anunció que llevará a la fiesta una cartera que ella le prestó.
Pocos días atrás Nicole Kidman, una de las que causan más impacto en la ceremonia, anunció que vestirá un diseño de la firma de alta costura francesa Chanel, de Karl Lagerfeld.
A poco de que comience la fiesta, las cadenas de televisión muestran a los peores y mejores vestidos de las ediciones anteriores.
Halle Berry, Nicole Kidman, Uma Thurman, Julia Roberts y la bomba latina Jennifer Lopez son definitivamente las ganadoras de las ediciones pasadas. La cantante islandesa Bjork quedará en la memoria de muchos por ser la peor vestida en la edición de 2001 para la que fue vestida o "disfrazada" de cisne.
De todas maneras, algunas estrellas intentan recordar que esta ceremonia es sobre el cine. Así es que el director neozelandés Peter Jackson, favorito para llevarse este domingo el Oscar a "mejor director" y varias estatuillas más por su trilogía "El Señor de Los Anillos", famoso por su aspecto descuidado, igual al de un "hobbit" dice él, anunció que usará el mismo smoking de Versace que viste desde hace tres años, cuando la primera entrega de su película fue nominada.
En todo caso, Jackson se prepara para descorchar las botellas de champaña esta noche, en una ceremonia que estará dominada además de las estrellas, por "elfos y hobbits", vaticinó el experto Tom O’Neil.
