
Famoso cantante francés conocido por su mezcla peculiar de jazz, baladas y tonos brasileños.
PARIS.- El famoso cantante francés Claude Nougaro murió hoy en París, a los 74 años, lo que ha sumido en el duelo al mundo de la canción francesa al que marcó con su mezcla peculiar de jazz, baladas y tonos brasileños.
El cantautor, que nació en septiembre de 1929 en Toulouse en el seno de una familia musical, estaba enfermo desde hace años y había vuelto a su casa recientemente después de semanas de hospitalización.
El funeral por Nougaro, que será sepultado en Toulouse, se celebrará el próximo lunes en la catedral de Notre Dame.
Pese a que hace su enfermedad lo acompañaba hace años, él no cesó de trabajar y ahora, al morir, se publicará su nuevo álbum el mes próximo.
Entre sus grandes éxitos figuran "Le jazz y la java", "Tu verras", "Cécile ma fille", "Je suis sous", "Nougayork", "Armstrong", "Toulouse", "A bout de souffle", "Les petits pavés" o "Petit Taureau".
El universo musical del artista, de padre barítono y madre pianista, estuvo muy marcado por el jazz y luego por la música de brasileña.
Brasil, que Nougaro descubrió en 1964 y que se convirtió en su segunda patria, le inspiró éxitos como "Bidonville" o "Brésilien".
El artista comenzó su carrera profesional como periodista en 1947 y, después de efectuar su servicio militar en Marruecos, se reunió con sus padres en 1950 en París, donde se dedicó a la poesía.
Entabló contactos con "grandes" como Brassens, Mouloudji, Marcel Amont, Philippe Clay y Jacques Audiberti, el poeta de Antibes que se convirtió en amigo y padre espiritual.
Nougaro, que escribió canciones para Amont, Clay y Odette, empezó a interpretar sus propios textos a partir de 1955 -debuta en la sala "Le Lapin Agile"-, y graba su primer disco en 1950, con el título "Y avait une ville".
Con "Une petite fille", el cantante encuentró su primer éxito popular en 1962. Un año marcado por el nacimiento de su hija, fruto de su matrimonio con Sylvie, a la que dedicaría una de sus más bellas canciones, "Cecile, ma fille", en 1963.
La canción "Je suis sous" (sous sous ton balcon), en 1964, marcaría la consagración de quien mezcló el jazz con las baladas y los ritmos africanos.
El artista recorrió las principales salas de conciertos: el Olympia, Bobino, el Palacio de Deportes, el New Morning, o el Teatro de la Villa, mientras los éxitos se encadenaban los unos a los otros.
A mediados de los 80, cuando el encuentro con la que sería su tercera esposa, Helene, le inspiró nuevos éxitos, su casa discográfica decide no renovar su contrato, una ruptura que duele al artista.
Se va a Estados Unidos y en Nueva York compone y graba "Nougayork", mezcla de rock y funk, con el que cosecha un inesperado éxito entre los jóvenes, con lo que sus seguidores abarcan varias generaciones.
Tras ese nuevo impulso a su carrera, problemas de salud le mantuvieron apartado de los escenarios y de los estudios hasta 1997, cuando publica un nuevo álbum "L’enfant phare".
El cantante, que se describía a sí mismo como un "trovador barroco", anunció en 2002 que renunciaba temporalmente a la canción para leer, en las tablas, textos de su cosecha titulados "Les fables de ma fontaine".
Nougaro, que ha publicado una veintena de discos en medio siglo de carrera, revolucionó la canción francesa, una contribución que le valdría diversos reconocimientos, entre ellos el gran premio de la sociedad de autores, compositores y editores de música por el conjunto de su obra, en 1988.