Casi famosos
Aerolíneas Makiza logró 18 mil discos vendidos en un sólo vuelo. Hasta que en 2000, las turbulencias los dejaron estacionados en el hangar de los recuerdos. Este viernes 12 Makiza despega nuevamente. Acá, la bitácora de un viaje sin escalas ni rumbo fijo.
Marcelo Ibáñez 5/3/2004
28 de febrero de 2004. Déjà vu. Gastón Gabarró, alias Cenzi, el productor de hip hop más prolífico de este país, el tipo detrás de clásicos como El juego verdadero de Tiro de Gracia, aprieta enter y mueve la cabeza. Seo2 ataca el micrófono con la seguridad ganada en años de rapeo y Anita... Bueno, Anita no se acuerda de las letras y se ríe. Lee un papel y sigue rapeando. La escena se repite como un déjà vu. Como tantos otros recitales periféricos donde Makiza era el secreto mejor guardado del rap indie. O como cuando ya en un sello multinacional se paseaban por diversos escenarios. En las tornamesas DJ Caso (Javiera Parra y Némesis) se encarga de reemplazar a Squat, el ex dejota de Makiza que vive en Francia junto a Pánico y trabaja como sonidista para estrellas como Kylie Minogue.
El ensayo sigue más o menos igual. Eso hasta que comienza a sonar 100% Estaila, una de las tres canciones que la banda estrenará en su recital de regreso. Y ahí, la magia que convirtió a Makiza en el grupo de rap chileno que hasta los no raperos escuchaban, demuestra estar intacta. Ambos rimadores fluyen de manera demoledora. Esa letra, Anita se la sabe de memoria. Y es raro, porque esa es una de las canciones que quedaron en la lista del disco que pudo ser y no fue. El grupo se embala y la toca tres veces. Y cada vez suenan mejor. Pausa en el ensayo y comienzan las preguntas: ¿Se acuerdan de la última vez que tocaron juntos? Silencio. Miradas que se cruzan. Risas nerviosas. Pregunta incómoda que dispara malos recuerdos. Como acordarse de la última vez que dormiste con esa ex que nunca debió dejar de ser tu pareja. "Fue en la Usach. Tocamos con Los Mox", dice Anita. "Noviembre del 2000. Es la última credencial de Makiza que tengo guardada", agrega Seo.
Desde sus inicios Makiza funcionó como una de esas parejas donde hay uno que está más enamorado que el otro. Y donde ese otro, insatisfecho, no para de mirar para el lado: Anita no escuchaba el disco que consagró a Makiza y soñaba con tocar en una banda de músicos "orgánicos". Seo soñaba con una vida juntos. Y como buen enamorado, recuerda las fechas exactas del romance. Y del quiebre. Porque fue en ese concierto que Anita dejó caer una bomba minutos antes de salir a escena. "Me voy de Makiza", dijo. Hizo las maletas y se fue a París. Declaraciones del tipo "La verdad es que estoy súper resentido con ella. Yo lo veo como una traición" (Seo). "Esa gente queda atrás y chao. No vas a seguir llorando "Pucha, Anita, por favor sé mi amiga, te perdono por haberme destruido una carrera con Makiza" (Cenzi), convirtieron el quiebre del grupo en una amistad trizada. Hasta que pasó el tiempo suficiente para mirar todo de lejos.
¿Qué lección sacaron de todo lo que pasó?
Cenzi: "No creerle nada a nadie. No me refiero a la decisión de Anita. Me refiero a que ni Némesis ni Alüzinati tienen el apoyo que tuvo Makiza. Las cosas hay que hacerlas con el corazón y no con otras expectativas".
Seo: "En la vida sólo hay que asimilar lo que pasa. A veces te demorái más, a veces menos".
Anita: "A mí no me quita el sueño que esté o no Makiza. A mí me quita el sueño volver a reírme con Gastón. En Makiza somos muy diferentes, he aprendido a aceptarme a mi y a los otros. A hacer concesiones. Igual que una pareja"
Diciembre del 98. Anita se junta con unos amigos en Providencia. Viene de un almuerzo con un ejecutivo de Sony. No sabe si firmar un contrato que hará que su cara se haga tan conocida como su canciones. Desde Vida Salvaje (98), el debut indie de Makiza, ya había vivido las consecuencias de la fama a menor escala. Los conciertos de rap periférico se llenaban cuando tocaban. Los raperos le pedían autógrafos y se sacaban fotos con ella. Por eso las dudas. Era 1998, año en que todos los adolescentes querían ser raperos. El año en que Tiro de Gracia vendió más de cien mil copias con su debut. Y toda la industria quería un pedazo de la torta hip hop. Makiza ya se había dado el lujo de decirle no a Gustavo Santaolalla, el mega productor detrás de bandas como Molotov y Café Tacuba. Lo que Anita si tenía claro era que no aceptaría la propuesta inicial del sello: "Queremos hacer un disco solista contigo. No con la banda".
El resto es historia conocida: Aerolíneas Makiza demostró que el rap chileno podía ser inteligente, fino y poético. Y le enseñó a los chicos de clase media que podían hacer rap sin tener que disfrazarse de periferia. Entonces La rosa de los vientos trajo la popularidad masiva. Y con ella las expectativas, los conflictos, el quiebre.
La última vez que Seo2 y Cenzi se subieron al escenario fue hace un par de semanas con su grupo Némesis. Lo mismo hacía por entonces Anita con Alüzinati, la banda de soul que formó junto a un grupo de jóvenes jazzistas. Caminos separados que se cruzaron a fines del 2003 en el lanzamiento de Hip Hop Héroes, el disco que tiene a Némesis de vuelta en las radios. Ahí Anita fue de invitada y se concretó la idea de reeditar Vida Salvaje y tocar de nuevo como Makiza.
¿Retorno, reencuentro o despedida?
Seo: No lo sabemos aún. Hemos pasado mucho tiempo sin trabajar juntos. Estamos re-conociéndonos
Anita: De hecho, a mí se me había olvidado que el Seo era hombre....
Cenzi: El teatro va estar lleno de gente que le gusta Makiza. Va a ser el concierto que nosotros y el público se merecía. Puede ser el último o tal vez no. Es que con el amor puede pasar cualquier cosa.
Makiza, La Re-unión. Viernes 12 de marzo, Teatro Providencia, Manuel Montt 032. $5.000 pre venta Ticket Master, Falabella, Cine Hoyts y boleterías del teatro. $7.000, día del evento.