Sangre, sudor y gritos
Pablo Carrasco 25/3/2004
Si lo que pretendía era beber de su popularidad, Chayanne puede dormir tranquilo.
Ante cerca de 35 mil* sudorosas y eufóricas almas, el cantante puertorriqueño volvió a sellar, con una acertada puesta en escena, su pacto de amor con sus fans chilenas. De esas que incondicionalmente celebran todo. Improvisación, frases hechas (“Seguimos así suavecito”, “Tengo ganas de tocar y sólo tengo una guitarra”), y un sobrepoblado escenario que incluye a nueve músicos, una corista, cuatro bailarines y tres pantallas gigantes.
Todo sea por conocer la nueva etapa del ex Menudo. La misma en que se permite licencias como interpretar con guitarra eléctrica “Dulce y peligrosa” -tema que inició el show a las 21:10 horas- o sentarse con otra guitarra acústica para interpretar “Tiempo de vals” en una versión semi rock. Fue mucho. Al menos para las sesenta fanáticas que se desmayaron.
Así es Chayanne versión 2004, el que es capaz de cambiar la intensidad del show mezclando canciones románticas como “Lo dejaría todo” y en un par de minutos hacer bailar desenfrenadamente a su entregado público con temas como “Caprichosa” o “Torero”, canción que marcó el final cerca de las 23:00 horas con Chayanne encima de una moto en pose rockera.
[* NOTA: posteriormente el sello Sony Music, citando como fuentes a la productora encargada, la administración del Estadio Nacional y Carabineros de Chile; aclaró que la asistencia fue de más de 60 mil personas.]
