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Una noche de música y magia 29/3/2004

30 de Marzo de 2004 | 14:41 |
Una noche de música y magia

Matías Bakit 29/3/2004

Mägo de Oz es un grupo metal español que, al contrario de lo usual en el género, no pone el acento en el sonido de las guitarras, sino en las notas que surgen de una flauta travesera y de un violín. La razón de esto es porque el líder de la banda (el baterista Jesús María Hernández, más conocido como Txus) decidió instaurar una propuesta que integrara los dos estilos que más le apasionaban: la música celta y el heavy metal.

Son precisamente estas características las que han hecho a Mägo de Oz una de las bandas más populares del género en habla hispana, superando incluso a grupos legendarios como Barón Rojo y Rata Blanca. Ese mismo fenómeno se ha traspasado a Chile. De hecho, basta ir una tarde al Portal Lyon para ver al menos a dos adolescentes con poleras del grupo español.

Debido a esto era esperable ver una gran cantidad de público en el estadio Víctor Jara el sábado 27. Mal que mal es una música que tiene la ventaja de agrupar a varias tribus juveniles. Pero, de todas formas, se hacía difícil prever lo que pasó.

El ex Estadio Chile estaba absolutamente repleto con las casi 5 mil personas que llegaron. En cancha y graderías se mezclaban los clásicos metaleros con personas que jamás habían asistido a uno de estos conciertos. A pesar de esto, el habitualmente cálido público chileno estuvo más cálido que nunca, respondiendo ante todas las llamadas del grupo y propiciando un ambiente de alegría colectiva y, porque no decirlo, de una temperatura excesivamente alta durante las casi tres horas que duró el espectáculo.

En cuanto a la música, las expectativas eran elevadas debido a algo muy específico. Mägo de Oz está formado no por rockstars sino por músicos virtuosos, por lo que el nivel de la presentación debía ser completísimo.

Por supuesto, siempre hay aspectos secundarios que pueden afectar una performance en vivo. En este caso es la pésima acústica que tiene el Víctor Jara para este tipo de conciertos. Y si hablamos de un grupo en el que destacan un violín y una flauta, esta vez las fallas de sonido debían quedar atrás para que la presentación no perdiera su atractivo.

Esos temores se vieron justificados al principio del espectáculo. Lo único que se escuchaba con claridad eran unas saturadas guitarras. Pero las canciones fueron pasando y con ellas, la labor de ingenieros y técnicos fue mejorando hasta entregar uno de los mejores sonidos que se recuerden en el recinto (siempre teniendo en cuenta sus malas condiciones acústicas)

Con respecto al contenido, el grupo cumplió con lo que se esperaba de él. Se sabía que Mägo de Oz no venía con la escenografía de la gira europea (galeón español, cañones y fuegos artificiales), y en vez de eso presentaron un simple telón negro de fondo, que no afectó en nada su actuación.

Salvo dos o tres exclusiones discutibles, los españoles presentaron lo mejor de su repertorio y lo interpretaron con la maestría de la que son capaces. De hecho, la canción instrumental “La Leyenda de la Llorona” sonó casi como si fuera la versión del disco. Además, hay que agregar que la banda sabe manejar perfectamente al público. Ejemplos perfectos de esto son la aparición de “Súper Polla”, el personaje regalón de la banda (que no es precisamente un ave,) y el discurso de Txus, que barrió con la Iglesia Católica y con Estados Unidos.

En definitiva, la gente que estuvo en el estadio Víctor Jara, fue testigo de un recinto completamente repleto, como pocas veces se ve, en el que se vio un público compenetrado como nunca, que fue a escuchar a la que, probablemente sea la banda metal más popular en el país, sin contar a los “monstruos” que llenarían el Nacional (léase Iron Maiden, Metallica y otros clásicos)

Pero no hay que olvidar que esa popularidad está granjeada gracias a uno de los desempeños más virtuosos y originales de los que se tenga conocimiento en este ámbito. Mägo de Oz es una banda que vale la pena ver, incluso para quienes no gustan del rock, porque tanto sus letras como su música están por sobre ese estilo musical.
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