PHOENIX.- La cantante estadounidense Diana Ross se salvó el lunes de regresar a la cárcel por conducir en estado de embriaguez cuando un juez de Arizona determinó que ya había cumplido con su sentencia de dos días en prisión.
El magistrado T. Jany Cranshaw dijo el mes pasado que Ross tendría que regresar a la cárcel, después de enterarse de que la diva había salido tres veces de una prisión en el estado de Connecticut, mientras cumplía una sentencia de 48 horas de privación de libertad, y que la habían liberado una hora antes de lo previsto.
Aunque Ross fue arrestada en diciembre del 2002 en Tucson, Arizona, por conducir en estado de ebriedad, Cranshaw permitió que la famosa cantante, de 60 años, cumpliera su sentencia en un centro penitenciario próximo a su mansión en Greenwich, estado de Connecticut.
Cranshaw reconsideró su fallo a petición de la fiscalía y los abogados de la defensa y dijo que la cantante había cumplido la sentencia, a pesar de que la pusieron en libertad una hora antes.
Jim Nesci, abogado de Ross, dijo que la decisión del juez fue recibida con beneplácito, ya que permitió a Ross proseguir con su vida.
"Creemos que ella cumplió su sentencia como era debido. Se siente muy feliz de poder dejar todo esto en el pasado", dijo Nesci.
Ross, quien saltó a la fama internacional en la década de 1960 como la voz principal del grupo "Supremes", no se declaró en febrero culpable ni inocente de conducir bajo la influencia del alcohol cuando se presentó ante un tribunal.
La cantante fue arrestada en diciembre del 2002 por un policía, después de que alguien reportó que un chofer conducía erráticamente en sentido opuesto al tráfico en el nordeste de Tucson.
Según la policía, Ross fue arrestada frente a una tienda de alquiler y venta de películas y tenía los ojos inyectados de sangre y un fuerte olor a alcohol en el aliento.
Seis meses antes, Ross había pasado algún tiempo en un centro de rehabilitación para drogadictos y alcohólicos en la ciudad de Malibu, en California.
