CIUDAD DE MEXICO.- El escritor mexicano Octavio Paz envió unas veinte cartas de amor a la escritora Elena Garro entre julio y octubre de 1935, dos años antes de casarse, según extractos inéditos que publica hoy el diario mexicano "El Universal".
Las misivas, escritas cuando Paz tenía 21 años, seis más que Garro, ocupan en total unas 170 páginas y son también un "compendio de sus obsesiones y preocupaciones poéticas", señaló la publicación, en su nuevo suplemento literario "Confabulario".
"El temor que nos sobrecoge es un temblor sagrado. Un hombre ama a una mujer y la besa: de ese beso nace el mundo", escribió en uno de los textos, que sirvieron de semilla para textos como "Piedra de sol" (1957), donde sentenció "El mundo nace cuando dos se besan".
Las cartas de Paz a Garro, cuando él era estudiante de derecho y ella estaba todavía en la preparatoria (curso preuniversitaro), reflejan su adoración por la futura escritora, la oposición de la familia de Garro a su relación y la transformación interna de ambos.
El Premio Nobel de Literatura 1990 y la autora de obras como "Los recuerdos del porvenir" se casaron en 1937 y se divorciaron después de dos décadas de matrimonio.
"Creces, surges, fuera, dentro, impalpable, en el aire y el alma -un alma como aire mecido en música con un tacto de luz", le escribió Paz a su enamorada. "Doy gracias a Dios porque existes".
En los textos Paz cuestiona a la familia Garro por su rigidez moral. "Porque ellos no pecan -escribió- jamás se salvarán: no son capaces de derramar lágrimas verdaderas y luego reírse de sus propias lágrimas".
Según señala el diario, el padre de Garro "creía que Octavio sepultaría la vida artística e intelectual de su hija y creía que éste no iba a perdonarle ser 'más inteligente, más culta y más guapa que él'".
Y la propia escritora dudaba. "Me sentía muy incómoda con él, porque como era tan pedante (...) me criticaba mucho", afirmó Garro.
En las cartas de amor "se halla la primera articulación de una serie de temas sobre los que Paz habría de volver una y otra vez a lo largo de su vida. El amor como comunión. La pasión como forma de conocimiento. El deseo, la soledad, la enajenación", indicó el escritor y periodista Héctor de Mauleón.
