EMOLTV

Acompañado en la intimidad 30/4/2004

30 de Abril de 2004 | 00:00 |
Acompañado en la intimidad

Pese a su título, el disco Íntimo es un proyecto solista que integra a multitud de personas: en el recuerdo y la presencia. El ex Inti-Illimani confía en lo colectivo como el modo ideal de creación. Un consejo que brilla para el opaco momento del grupo que animó durante treinta años.


Marisol García C. 30/4/2004


Antiguas y nuevas fotos de familia adornan la carátula del primer disco solista de Max Berrú. En pequeñas imágenes en blanco y negro conocemos a sus hijos, su mujer, algunos amigos y don Napoleón, patriarca de Cariamanga, un pueblo pequeño, perdido en las montañas del sur del Ecuador. Allí nació y pasó su infancia el músico, aunque sus inquietudes y eterna curiosidad lo arrojaron luego a una vida itinerante que tiene en su paso de treinta años por Inti-Illimani su cumbre más vistosa.

Esa condición perenne de extranjero le ha dejado a Berrú varias lecciones, emparentadas todas con la forma en la que concibe el trabajo musical. —Pasé por pensiones, casas de amigos, familiares; y eso me enseñó a vivir una cultura solidaria —estima—. Por eso, para mí es normal compartir lo que hago. No entiendo algo hecho en soledad.

Y vaya que hay compañía en Íntimo, el disco en el que Berrú comparte créditos con otros 27 músicos y un repertorio de clásicos latinoamericanos acariciados desde su infancia.

—La gente encontrará diversidad. Hay una parte mexicana con mariachis, otra parte andina con el grupo Amaru, está el cuarteto de cuerdas Diapasón Porteño, y hay dos canciones junto a Jorge Coulon, mi hermano chileno. “Mi cafetal” es la canción con la cual ambos obtuvimos el primer lugar del Festival de la Canción organizado por la Universidad Católica en 1965. El primer lugar lo sacó una lolita con una voz preciosa que se llamaba Gloria Simonetti. Entonces, son canciones interpretadas por gente cercana.

—Todas románticas.

—Efectivamente, es un disco romántico... porque yo soy romántico [sonríe]. Son canciones de vida; muchas las escuché de la voz de mis padres. Y si las grabo es como un registro para que la gente las recuerde.

—¿No le cansa a veces la canción de amor, tomando en cuenta la auténtica industria que hoy sostiene a la balada?

—Es que todo se transforma actualmente en una industria, pero yo no me pongo a pensar en eso, sino en una necesidad del alma. La balada también es una canción de amor, pero más nueva y de sonido internacional. Lo que a mí me entusiasma es lo que tiene raíz. Yo tengo una debilidad por la música mexicana, por ejemplo. En el disco hay cuatro canciones mexicanas, y pienso que mi próximo trabajo probablemente será de pura música mexicana. Pero, en fin, es un disco así: muy sincero, de acuerdo a lo que a mí me interesa y cómo yo soy.

Presentado a sala repleta hace una semana en la sala SCD de Santiago, Íntimo volverá a hacerse público en la celebración con que la CUT saludará el próximo 1 de mayo. Hay en el disco una canción para ellos: “Cuando voy al trabajo”, una de las cumbres creativas de Víctor Jara (de quien también se incluye “Manifiesto”). Íntimo es un álbum que motiva los abrazos, no las distancias, y que incluye a dos ex compañeros de Berrú en Inti-Illimani como invitados.

—Aparece en un momento en que todo lo que se lee sobre el Inti es tensión.

—Para mí el Inti-Illimani partió como un proyecto cultural de un grupo de jóvenes con muchos sueños e ideales, y terminó transformándose en una referencia, no sólo para los chilenos. Para mucha gente, es el mejor grupo que han conocido en Latinoamérica. Entonces del proyecto pasamos a un concepto estético que, yo creo, ya sobrepasó a las personas que lo integran. Para mí, lo principal es que exista el grupo Inti-Illimani, independiente de quiénes lo integren. Y espero que el tiempo decida sobre lo que va a pasar con su futuro. Pero mientras el grupo exista, yo estoy feliz.

—¿Es necesario tomar partido ante las dos corrientes que hoy se disputan?

—El deseo de [Horacio] Salinas, [José] Seves y Horacio Durán es rehacer el grupo histórico, en el cual yo también estaría. A mí me parece interesante, pero para eso también tiene que haber consenso. Y hoy día no lo hay.

—¿No es triste terminar en tribunales?

—Yo espero que no se llegue a eso, que se pueda arreglar todo con más generosidad.


Lee aquí el comentario de Íntimo.