LOS ANGELES.- Adiós Rachel. Hasta luego Ross. Nos vemos Joey. Estados Unidos se despide de "Friends", su comedia más popular de la última década, con un especial de una hora de duración este jueves, mientras los medios analizan lo que consideran el declive de un símbolo de la cultura pop.

Friends
Sorprendentemente, los medios de comunicación estadounidenses no especulan tanto en torno a cómo terminará la historia de los seis solteros en Manhattan que visitaron a los estadounidenses en sus salones los últimos diez años.
Expertos y fans, más bien, examinan el significado social del programa y el tema de los amigos como la familia moderna.
También destacan que el final de "Friends", que coincide con los de otras series de éxito como "Sex and the City" y "Frasier" y antecede al anunciado alejamiento el año que viene de "Everybody Loves Raymond" y "Will & Grace", significa el declive y la caída de la vieja y buena comedia de situación (sitcom).
Algunos se ven tentados a explicar el triste estado de la comedia como un corolario del deprimido ánimo nacional tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, las constantes amenazas terroristas, la prolongada depresión económica y el negativo desarrollo de la guerra en Irak.
Pero el profesor de ciencias de la comunicación Bob Thompson cree que la crisis de la comedia es mucho más compleja que una simple reacción a la sombría situación geopolítica.
En todo caso, la historia demuestra que en épocas difíciles la gente suele buscar distracción más que nunca en la risa, argumenta.
Una explicación más razonable es que las "sitcoms" fueron sustituidas en las programaciones televisivas por el drama de vulgaridad seductora y fácil manipulación llamado "reality TV".
Los telespectadores jóvenes, por su parte, rechazan cada vez más las convenciones artificiales de las sitcoms y prefieren el tono más vanguardista y surrealista de programas como "Los Simpson" o el noticiero satírico "The Daily Show".
"Es muy simple, el listón de lo que es la buena comedia de televisión está siendo levantado", sostiene Thompson. "Es imposible regresar a los programas mediocres de veinte años atrás".
De todas maneras, analizar "Friends" desde su significado sociológico se convirtió en uno de los pasatiempos favoritos de los críticos de televisión estadounidenses.
David Kronke, el encargado de televisión del "San Bernardino Sun" de California, llamó a la serie "la última gran sitcom de Estados Unidos".
Kelsey Grammer, protagonista de "Frasier", que termina el 13 de mayo tras 11 años de éxito, parece estar de acuerdo con los oscuros pronósticos sobre la comedia.
"¿Tiene la comedia sofisticada un lugar en la televisión?", preguntó recientemente. "No creo que las cadenas estén interesadas, no creo que nadie esté interesado. El público ve programas que muestran a personas que se comportan mal, y en tanto sigan haciéndolo, no habrá espacio para sitcoms de calidad".
Carina Chocano, crítica de televisión de "Los Angeles Times", propuso seis teorías para explicar el fenómeno de "Friends". La más importante es que se trata de un reflejo de una nueva cultura sobre la familia y la moralidad.
"Los personajes formaban una tribu urbana residente en apartamentos de lujo cuyos miembros tenían permiso para acostarse unos con otros sin ser lapidados hasta la muerte en una plaza pública", dijo.
"Lo que comenzó como una comedia modesta sobre unos jóvenes en busca de amor rápidamente se convirtió en la más venerada institución del sistema: una popular comedia familiar. Con ’Friends’, la familia fue subrogada y extrañamente predispuesta al incesto".
Sin sucesores obvios para "Friends" en el horizonte televisivo, las mayores cadenas de televisión, que están bajo presión de los canales de cable en la lucha por el ráting, podrían ser cada vez más irrelevantes, dice Thompson.
"Las cadenas deben tener un abanico diversificado de ofertas", señala. "Necesitan comedias para sus programaciones en horario de máxima audiencia. De lo contrario, estarán en serios problemas".