
La pirámide del Sol será estudiada durante un año.
TEOTIHUACAN.- El detector de partículas más grande del mundo está siendo construido en el interior de una pirámide, en la antigua ciudad de Teotihuacán.
El equipo podrá detectar muones, que son pequeñas partículas que se crean cuando los rayos cósmicos bombardean la atmósfera terrestre.
El doctor Arturo Menchaca y sus colegas de la Universidad Nacional Autónoma de México confían en que detectando los muones presentes en la pirámide, podrán encontrar cavidades dentro de las mismas.
Esto podría dar un indicio si los reyes de las poblaciones que habitaban la ciudad, están enterrados allí.
Línea amarilla
"Abajo nos vamos y cuidado con la cabeza" dice Menchaca mientras se ajusta su casco amarillo y desciende por los escalones metálicos del túnel de más de 2.000 años, construido debajo de la pirámide del Sol.
Hay que caminar 100 metros por el angosto túnel hasta llegar al nuevo laboratorio, una cabina de plástico construida en las profundidades de la caverna.
Arriba hay miles de toneladas de roca y tierra presionando silenciosamente sobre la caverna.
El costo del experimento es de alrededor de medio millón de dólares. El detector se asemeja a un plato chato de metal de gran tamaño, conectado a una caja de cables con un monitor donde se ve una línea amarilla titilante.
Esta es la máquina que detecta los muones.
Las diminutas partículas cósmicas viajan casi a la velocidad del sonido y pasan a través de los objetos sólidos, dejando pequeñísimos rastros. Cuando un muón se topa con el receptor, la línea amarilla del monitor serpentea con grandes picos.
Cámaras funerarias
"La idea es descubrir las variaciones de la densidad dentro de la pirámide", explicó Menchaca a la BBC.
"Para hacer eso o hay que hacer agujeros o encontrar algo que atraviese los volúmenes. Estos rayos cósmicos son radiaciones muy penetrantes. Algunos de ellos pasan a través de esta pirámide mientras que otros son absorbidos".
"La cantidad absorbida depende del material que encuentra en su camino. Si encontramos más muones de lo que esperamos, entonces hay menos materia en esa parte de la pirámide".
Menos materia significa que podría haber una cámara funeraria.
Este experimento se está efectuando bajo la pirámide del Sol y ha atraído la atención de todo el país.
En la húmeda caverna, hay cientos de rastros de la civilización de Teotihuacán.
No hay mucha información sobre ellos aparte de que habitaron este sitio 700 años antes que los Aztecas.
La ciudad que construyeron aquí fue antaño una de las más grandes metrópolis en el continente americano.
El pasado
El doctor Arnulfo Martínez está muy emocionado por participar en este experimento, mezcla de arqueología y física.
"¿Ves esto? Es un yeso original, puedes ver las huella de las personas que lo hicieron", afirma Martínez.
"Esta estructura está muy ligada a quienes somos. Y es importante que la gente se entusiasme con la ciencia, gracias a esta clase de proyectos".
Aún habrá que esperar un año para obtener resultados tangibles.
Teotihuacán, la "Ciudad de los Dioses", ha mantenido escondidos sus secretos por más de dos mil años.
Esperar uno sólo, no parece tanto.