Homenaje a compositores luteranos
Gilberto Ponce 14/5/2004
Campus Oriente P.U.C. Jueves 13 de mayo. Temporada de Música Religiosa.
Bajo la dirección de Paula Torres se presentó el Ensamble Vocal Res Nova, conjunto formado por 11 cantantes de amplia experiencia, tanto coral como solista. De hecho, varios de ellos integran otros de los coros que se han presentado en esta temporada en el Campus Oriente de la UC.
El programa presentado fue riesgoso, por el lenguaje musical bastante similar de los compositores escogidos, lo que obliga a una interpretación muy acotada para evitar un resultado muy parejo o monótono. Esta impresión quedó en algunas de las obras de la primera parte, que además resultó la más débil, probablemente por ser la de más reciente aprendizaje.
Fue notorio el contraste con las obras de la segunda sección del programa, donde se notó un profundo conocimiento de las partituras, a juzgar por la fuerza interpretativa lograda.
En el continuo estuvo el experimentado Alejandro Reyes, que realizó un acompañamiento muy ajustado al estilo de las obras, aunque en más de alguna, éste no fue lo suficientemente claro en sus fraseos. Donde si brilló con luz propia fue en las dos intervenciones como solista, en dos Fantasías Corales de Samuel Scheidt. En ellas se pudo apreciar una interpretación muy solvente, con voces y fraseos de gran claridad. Quisiéramos destacar en particular, su segunda intervención: «Warum betrübst du dich, mein Herz?».
Un aporte resultó la lectura traducida de los textos que realizó Gerardo Urrutia, pues permitió al público entender mejor el espíritu de las obras.
Si bien se trata de un coro, no podemos dejar de destacar a la soprano Catalina Bertucci, que asumió en las obras a más de cuatro voces, el rol de soprano primera cantando solista, con un aplomo y una seguridad a toda prueba. Su bellísima voz, sobresalió sin proponérselo por sobre el resto. Un éxito mayor fue logrado en su interpretación del aria «O Süsser, O freundlicher» de Heinrich Schütz, en la que solo las partes más graves de la tesitura, le resultaron de cierta incomodidad, ya que las frases más agudas fueron un logro enorme. Pensamos que ésta es una de las grandes promesas del canto en nuestro país, pues posee un talento natural además de un bello material vocal.
Como dijimos, el coro cantó en forma menos expresiva en la primera parte, incluso con fraseos poco claros, en las secciones más “polifónicas”. Ejemplo de ello fue « Siehe, nach Trost war mir sehr bange» de Schein, mejorando notablemente en la segunda sección “homófona” (textos cantados unísono).
Las tesituras demasiado graves de algunas de las obras resultaron incómodas, en particular para tenores, barítonos y contraltos; esta última la cuerda más débil del conjunto, aunque la directora cante con ellas.
El motete «Ach Herr, ach meiner schone» de Schein, que cantado por un quinteto solista, fue la estrella en esta primera parte, por fraseos, estilo y gran seguridad desplegados en el canto.
El «Padre Nuestro» (Vater unser) de Schütz, que inició la segunda parte y a capella, fue interpretado con muy buen fraseo, fuerza, seguridad y estilo.
«Was betrübst» y «Der Herr denket» ambas de Schein, junto al dúo para soprano y barítono «Wann unsre Augen schlafen ein» de Schütz, que interpretaron Catalina Bertucci y Andrés Rodríguez, fueron los mejores logros de la jornada, que finalizó con el hermoso motete de Schütz: «Das ist je gewißlich wahr», con sus juegos de carácter antifonal, que confirmaron las cualidades del grupo que dirige talentosamente Paula Torres.
