EMOLTV

Inauguración de la Temporada de la Fundación Beethoven 18/5/2004

21 de Mayo de 2004 | 13:30 |
Inauguración de la Temporada de la Fundación Beethoven

Gilberto Ponce 18/5/2004

Lunes 17 de mayo. Teatro Oriente.

La Fundación Beethoven dio inicio a su Temporada número treinta y tres, consolidándose como un importante hito en la historia musical de nuestro país, pues se trata de una iniciativa de carácter privado. Esta institución ha salido adelante gracias al empuje de una de las personalidades más importantes en el ámbito musical chileno, Fernando Rosas, quien, con la colaboración de patrocinadores y auspiciadores, ha logrado mantener esta excelente iniciativa en el más alto nivel, tal como fueron los objetivos de sus inicios.

El Trio di Milano, es una agrupación de gran prestigio internacional, formada por Mariana Sirbu en violín, Rocco Filippini en cello y Bruno Canino en piano, de destacadas trayectorias como solistas, lo que asegura el alto rendimiento de sus conciertos.

Entre ellos se forma una perfecta amalgama, donde ninguno pretende ser la estrella, pues su objetivo es uno solo, “la Música”. La elegancia de sus fraseos y el sentido unitario de sus enfoques dan cuenta de un trabajo serio y del mayor profesionalismo.

Las tres obras interpretadas mostraron gran afinidad estilística en cada una de ellas. Justeza clásica en el trío Nº 39 de Franz Joseph Haydn, conocido como “A la húngara”, que fue interpretado con nobleza, desde su Andante inicial, pasando por el poético Poco Adagio, Cantabile, hasta el energético Rondó a la húngara, donde los intérpretes hicieron gala de precisión y musicalidad.

El romanticismo de Mendelssohn nos mostró la faceta de la perfecta textura entre los intérpretes, en una obra para nada sencilla. Recordemos el vuelo del primer movimiento, el lirismo del Andante tranquilo, el juego gozoso del Scherzo, que no puede dejar de recordarnos, el famosísimo scherzo, del “Sueño de una Noche de Verano” del mismo autor, para culminar, con el Finale, desbordante de pasión.

El trío Nº 1 en Re menor de Johannes Brahms ocupó la última parte. Se trata de una obra bastante difícil, por sus ritmos, y frases que deben enlazarse con naturalidad, a pesar de los desafíos rítmicos que involucra.

Sus cuatro movimientos obligan a los intérpretes a una atención máxima para poder sacar a luz cada una de las intenciones del autor, que utiliza en esta ocasión un lenguaje un tanto hermético, que obliga al oyente a estar muy alerta, para ir descifrando las claves que la obra plantea.

Pensamos que el Trio di Milano fue el intérprete adecuado para todas las exigencias del lenguaje de Brahms, pues no esquivaron los tintes de melancolía casi sombría que atraviesa la obra, buscando una interpretación más efectista.

Los interminables aplausos les obligaron a ofrecer como bis el Andante del trío “Dumky” de Dvorák, de extraordinaria belleza, concluyendo una jornada que augura una excelente temporada.