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Alejandro Sanz se pierde la boda real española por su público

"Me hicieron una llamada informal para que fuera a cantar en este día… pero por desgracia estaba aquí (EE.UU.) trabajando", confesó el intérprete español.

22 de Mayo de 2004 | 11:16 | EFE
LOS ÁNGELES, EE.UU.- El amor por su público pudo más que el enlace real en España y Alejandro Sanz decidió cumplir con sus obligaciones en la recta final de su gira por EE.UU.

"Me hicieron una llamada informal para que fuera a cantar en este día", confesó a EFE el intérprete español.

Este día no es otro que el del enlace entre el Príncipe de Asturias y la periodista Letizia Ortiz.

"Cada uno había escogido un artista y el Príncipe había pedido que fuera yo, pero por desgracia estaba aquí trabajando", añadió el cantante.

No hay mal que por bien no venga y son muchos los seguidores que agradecerán su fidelidad a una gira que ha sembrado éxitos para el joven intérprete por todo Estados Unidos.

Una gira que está a punto de concluir, hoy en Los Angeles y después en San José, y con la que ha dado a conocer su último álbum, "No es lo mismo".

Como ya ha repetido en varias ocasiones, ha sido "una apuesta muy fuerte" a la que el público ha sabido responder y que ha conseguido un nuevo Grammy para su carrera en la última entrega de estos premios.

"Los recintos han sido más grandes, el público ya conocía mejor mi repertorio, me han dedicado más espacio en la prensa y las críticas han sido muy buenas", afirmó sin una gota de arrogancia, en ese tono llano con el que se ha ganado tantos adeptos.

Un tono de voz que también refleja esa madurez que tanto ha comentado la crítica como un elogio hacia este cantante de 34 años.

"’Vaya piropo!", bromea cuando vuelve a escuchar la palabra.

"Es normal -añadió más serio-, voy creciendo, mi música va creciendo conmigo y creo que la experiencia en casi todos los casos es un grado".

Una experiencia con la que se lanzará de nuevo al ruedo español con una larga gira que dará comienzo el 10 de junio en Las Palmas.

"Voy a entregarlo todo, a darle al público un concierto del que salgan pensando que vieron algo que valió la pena y estoy seguro de que notarán la diferencia", subrayó.

Muchos lo han notado antes y todos sus conciertos por 15 ciudades estadounidenses tuvieron un lleno total, incluidas las 5.000 personas que acudieron a escucharle en el Madison Square Garden de Nueva York.

Un motivo de alegría en un año en el que ha vivido en sus carnes el "Corazón partio" del que hablaba su canción, dolido por los atentados del 11 de marzo en Madrid.

Como recordó, lo pasó mal como todos los españoles, "en especial los que estábamos fuera de España".

En su caso estaba en México, donde tomó parte de un acto de solidaridad y respeto a las víctimas del atentado.

"Y como todos sentí esa mezcla de rabia, incomprensión y solidaridad", comentó.

En España le espera otra fuente de alegría con el homenaje que le entregarán los gitanos de Utrera, "El potaje de Utrera", como una de las personas que le han dado un nuevo valor al flamenco.

El precio más duro de esta larga gira de éxitos y de premios se llama Manuela, su única hija, fruto de su relación con Jaydy Mitchell.

"Estoy contando los días para reunirme con mi niña pero hablo con ella varias veces todos los días", añadió antes de concluir con un suspiro que lo dice todo.
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