PARIS.- "Jardin d’Auvers", un cuadro de Vincent Van Gogh cuya autenticidad había sido puesta en duda, fue confirmado definitivamente como del maestro holandés por la magistratura francesa, que puso fin así a una controversia artístico-judicial que duró más de diez años.
La Corte de Casación, máxima instancia judicial francesa, rechazó hoy un recurso presentado por los propietarios de la obra contra una sentencia de la Corte de Apelaciones de París que en el 2001 rechazó anular la venta por dudas sobre su autenticidad.
El 6 de diciembre el banquero Jean-Marc Vernes había adquirido en una subasta la tela por un equivalente a 8,8 millones de euros, pero a su muerte, a fines de 1996, cuando los herederos decidieron revenderla, circularon voces, difundidas por la prensa, que ponían en duda la autenticidad.
Según tales voces -basadas en consideraciones sobre tiempos de secado de los colores y presuntas discrepancias en relación al período de Auvers- la obra no habría sido pintada por el maestro holandés (1853-1990) sino más bien por Emile Schuffenecker.
Los herederos de Vernes se dirigieron a la magistratura para pedir la anulación de la venta sosteniendo que su padre nunca hubiera adquirido una obra que tuviera duda de su autenticidad y que, a causa de las sospechas, no consiguieron revender "Jardin d’Auvers" -valuado en 3,8 millones de euros en la declaración sucesoria- en una subaste de diciembre de 1996.
El 3 de mayo de 2000 un tribunal de París no les dio la razón, al referirse en particular a una pericia hecha en junio de 1999 por el Laboratorio de Investigaciones de los Museos de Francia.
En mayo de 2001, la Corte de Apelaciones de París confirmó tal juicio aduciendo que los argumentos en favor de la autenticidad prevalecieron sobre los contrarios.
En el pronunciamiento de hoy, que cierra definitivamente el caso que comenzó en el 1992, la Casación afirmó que "la Corte de Apelaciones soberanamente juzgó que el examen de diferentes elementos invocados por los Vernes, confrontados con los análisis científicos e históricos del cuadro, no permiten establecer que la obra en cuestión no pertenezca al maestro holandés".