Una máquina perfecta
Gilberto Ponce 31/5/2004
La música de cámara ocupa dentro de la historia de la música un papel de gran importancia, por tratarse en gran medida del medio a través del cual los compositores nos comunicaron sus sentimientos más íntimos. Es por ello que su interpretación requiere de músicos que no busquen efectismos fáciles para provocar sentimientos, que generalmente se alejan de los propósitos de sus autores.
En este campo, los cuartetos de cuerda representan fielmente los principios anteriores, razón por la que no existen demasiados conjuntos que logran real relevancia en la interpretación de obras de este ámbito.
El Cuarteto Chilingirian, fundado en 1971 en Inglaterra, es un espléndido representante de todos los valores que se pueden exigir a un conjunto de esta naturaleza. Formado por el violinista Levon Chilingirian, Susie Mészáros en viola, Charles Sewart en segundo violín y Philip De Groote en violonchelo, forman una perfecta amalgama sonora y de interpretación. A su afinación perfecta, se agrega la total compenetración existente entre cada uno de ellos, en cuanto al enfoque, fraseos, respiraciones, etc.
¿Se requerirán más ingredientes, para que sus presentaciones, sean un goce de principio a fin? Sin duda que no, esto lo pudieron comprobar los asistentes a su presentación en el Teatro Oriente, en el marco de la Temporada de la Fundación Beethoven.
La primera de las obras fue el Cuarteto Nº 19 en Do mayor K. 465, conocido como “De las disonancias” dedicado a Haydn, y que se inicia precisamente con una disonancia, que sin duda anticipa los nuevos tiempos, que vendrán más tarde con el Romanticismo.
Desde la entrada del cello, con un pianísimo perfecto, no cupo la menor duda que estábamos frente a una agrupación de primer orden. El estilo, el manejo dinámico, los diálogos entre el violín (I) y el cello, los emplastes entre la viola y el violín (II), el contraste maravilloso logrado en el trío del Minueto, junto a la elegancia interpretativa, fueron una constante en los cuatro movimientos, que puso de relieve la calidad del conjunto.
Para que este cuarteto funcione, debe contar con intérpretes como el cuarteto Chilingirian. Ésa es la conclusión a que llegamos luego de escuchar el cuarteto Nº 3 Op. 94 de Benjamin Britten., con su lenguaje novedoso, pero cercano, infinitamente sugerente, que lleva a la auditor a confrontar imágenes y sensaciones, que cautivan desde el inicio, que parte desde la nada, para concluir de la misma forma, en el último de sus movimientos.
La expresión de sus intérpretes no solo estaba en sus instrumentos. También lo estaba en sus semblantes, que recorrían las frases de la obra, con maestría y un conocimiento tal, como si esta hubiera sido escrita para ellos, y esta fuera uno de sus números de batalla. Creemos que difícilmente, exista otra agrupación que pueda interpretar este cuarteto con la genialidad de los visitantes. Sin duda un regalo de la Fundación Beethoven a la cultura.
En 1802, Beethoven escribió su desgarradora carta a sus hermanos, conocida, como “Testamento de Heiligenstadt”, donde manifiesta todo su dolor frente a la irremediable pérdida del oído. Algunas de las obras escritas con posterioridad nos dan cuenta de ese dolor, en forma de música. Pues bien, en 1825, dos años antes de su muerte, Beethoven escribió su cuarteto Nº 15 en La menor, Op. 132.
Si se pudiera calificar de alguna forma esta música, deberíamos inclinarnos por Filosofía en música. Son tantas las propuestas, tan abiertas y transitando desde la más profunda tristeza, hasta la esperanza más grande, producto, sin duda, de su espíritu que finalmente no se doblegó jamás ante ese tremendo destino.
En el cuarteto además indaga en notables avances, desde el punto de vista de la composición. Y por el carácter introspectivo de esta música, que obliga a descifrar claves, para su correcta interpretación, este es el grupo perfecto para ello. En este caso se desdoblaron en otro enfoque, ahora ajustado al lenguaje beethoveniano, que entrega en este cuarteto otra de sus geniales obras.
El recogimiento logrado en el público, da cuenta de lo notable de su interpretación. Sin duda su visita será recordada, como uno de los grandes momentos de la temporada.
