SANTIAGO.- La leyenda medieval del Doctor Fausto, un sabio que vende su alma al diablo para recuperar lo perdido y disfrutar de ello, pero también para conocer la solución a los problemas de la existencia, ha motivado a innumerables poetas y escritores. La versión de Goethe es una de las grandes obras maestras del espíritu occidental. Su argumento profundo y sin embargo teatralmente representable, ha atraído también a muchos compositores. Recordemos los Faustos de Boito, Berlioz y Spohr, así como los más modernos de Busoni y Reutter, pero también una serie de obras que son variaciones sobre el mismo tema (por ejemplo, The Rake’s Progress [La carrera del libertino] de Igor Stravinsky).
El compositor francés Charles Gounod y sus libretistas, Jules Barbier y Michel Carré, se inspiraron en la obra Fausto de Goethe para dar forma a una importante ópera del repertorio internacional, que llamaron igual que la obra literaria, y que vuelve al Teatro Municipal de Santiago el próximo jueves 17 de junio (19.00 horas), sábado 19 de junio (17.00 horas) y lunes 21 de junio (19.00 horas), en una nueva producción que encabezará el Director Titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago, Maximiano Valdés. Debutará como régisseur (director de escena) Pablo Núñez, quien también ha diseñado la escenografía y el vestuario. El reparto tendrá figuras de primer nivel. Mientras en el rol de Fausto estará el tenor William Joyner (Fausto), en el de Mefistófeles será el gran bajo, uno de los más importantes del último tiempo, Paata Burchuladze (Mefistófeles) –quien ha manifestado que este es su rol favorito–; la soprano Erin Wall (Margarita); el barítono Armando Noguera (Valentín); Patricia Cifuentes (Siebel); la contralto Carmen Luisa Letelier (Marta); y el barítono Sergio Gallardo (Wagner).
En tanto, para las funciones del Abono Encuentro con la Opera de los días viernes 18 y martes 22 de junio, estarán en los roles protagónicos Gonzalo Tomckowiack (Fausto), Homero Pérez (Mefistófeles), Marcela de Loa (Margarita), Christian Senn (Valentín), Miriam Caparotta (Siebel), Lina Escobedo (Marta) y Javier Arrey (Wagner). Dirigirá la orquesta el maestro José Luis Domínguez.
Pablo Núñez explica que su visión de la ópera es melancólica y triste lo que se ha traducido en la gama de colores que ha utilizado tanto en la escenografía como en el vestuario.
“Todo es en colores grises y plata, con toques de burdeos y rojo. Hay tristeza, porque creo que el estado de Fausto es triste y melancólico. Hay que estar en ese estado para llegar a vender el alma al demonio a cambio de la juventud. También hay una tristeza implícita por lo perdido y que tiene que ver con la vejez y con la pérdida de vigor para el hombre. Entonces, este ocaso de vida está representado por ese colorido. Además, esta es una ópera romántica, y por lo tanto la muerte está siempre presente algo típico de los románticos. Hay una convivencia con la muerte que también se traduce en la gama de colores que utilicé”, explica el artista.
Esta producción, además, estará ambientada no en el medioevo, sino que a mediados del siglo XIX. De esta manera, según el régie, la historia perderá ese carácter de cuento que adquiere en la época medieval, volviéndose más actual y real, no siendo por ello, en todo caso, un montaje realista.
“Acto a acto se va haciendo más despojado hasta llegar a lo esencial. Como regista, quiero trabajar la naturalidad de los personajes, hacerlos reales, porque es algo que me gusta mucho rescatar en la ópera. En lo posible, quiero utilizar movimientos más cotidianos, más reales. Porque estos personajes nos representan a todos en el fondo. Son arquetípicos en los que todos están representados y eso es lo grande del Fausto del Goethe. El demonio puede ser el demonio que uno lleva dentro y por eso Fausto y Mefisto son iguales y se visten de forma igual. Fausto se transforma en Mefistófeles, es su espejo aunque no sea igual, del momento en que firma el pacto con él. Podrían ser uno sólo”, dice.
Los detalles
La gestación de esta ópera tuvo inconvenientes, porque poco antes de ser escrita en su totalidad, se estrenó en París un melodrama sobre el mismo tema, y Gounod no tuvo más remedio que interrumpir su trabajo. El director del Teatro le propuso otro libreto al compositor y Gounod, reanudó Fausto tiempo después, terminó la ópera y la hizo representar en el Théatre Lyrique de París el 19 de marzo de 1859. El público la recibió con frialdad, la encontró demasiado “alemana”. De hecho, el éxito mundial de la obra comenzó realmente en Alemania, donde se presentó muy pronto en todos los escenarios, con el título de “Margarethe”. Diez años más tarde, Gounod revisó la obra con vistas a confeccionar una grande ópera, reemplazó los diálogos originales por partes cantadas e introdujo en la partitura un impresionante coro de soldados y la “oración” de Valentín. Entonces la obra se convirtió en un clásico de la ópera francesa en todo el mundo.
Gounod era un gran melodista, tenía una espléndida línea de canto y una técnica orquestal brillante. Muchas partes musicales de su trabajo en Fausto, se han vuelto muy populares y siguen siéndolo hoy por su fácil comprensión. El resultado es una gran ópera, muy efectiva y con sonidos embriagadores. En tanto, del libreto, sin compararlo con la obra Goethe, podemos destacar la hábil adaptación escénica lograda, una selección de cuadros variada y emocionante y una distribución de puntos culminantes y oasis líricos muy acertada.
Las entradas para las funciones de la ópera Fausto de Charles Gounod del Abono Internacional y del Encuentro con la Opera, ya están a la venta en Boleterías del Teatro Municipal y Parque Arauco y a través de Fonoventas (800 471000), para las funciones internacionales sus precios fluctúan entre $8.000 y $77.000 y para las del Encuentro con la Ópera entre $2.500 y $28.000.