La soprano ofrecerá un programa con obras de Dowland, junto al laudista Anthony Rooley.
SANTIAGO.- Como parte de la XXXIII Temporada Internacional de Conciertos 2004, el próximo viernes 25 de junio a las 19.30 hrs. en el Teatro Oriente (Pedro de Valdivia 099, Prov.) se presentarán dos excepcionales artistas británicos. La soprano Emma Kirkby y el laudista Anthony Rooley ofrecerán un recital en Chile gracias a la cooperación cultural entre la Fundación Beethoven y el British Council.
Emma Kirkby actúa como solista por todo el mundo, haciendo apariciones con un círculo creciente de orquestas y grupos de cámara, incluyendo la Academy of Ancient Music, London Baroque, Age of Enlightenment, Freiburger Barock, Tafelmusik y el Studio de Musique Ancienne de Montreal. Además de su trabajo como solista, canta frecuentemente en dúo con el laudista Anthony Rooley y también actúa y graba música de cámara con el Consort of Musicke.
Su producción de grabaciones es considerablemente prolífica, que llega hoy muy por encima de los 100 discos. Los más recientemente lanzados son: arias de ópera de Vivaldi (Hyperion), arias de la ópera de Haendel (Hyperion), Arie Antiche (Música Oscura) producida a dúo con Anthony Rooley y un disco con las canciones de Maurice Green (MO), en el que es acompañada por Lars Ulrik Mortensen. Su grabación más reciente incluye un disco de motetes de Haendel y uno de música navideña de Scarlatti con el conjunto London Baroque.
Su inteligencia incisiva, como también su voz excepcionalmente bella y la brillantez musical que brinda en su actuaciones, hacen que escuchar a Emma Kirkby sea una experiencia imperdible.
Anthony Rooley, celebró en el 30 aniversario del Consort of Musicke, conjunto que él fundó en 1969 y que continúa siendo uno de los principales vehículos para su inspiración. Es Vice Presidente del Festival de Música Antigua de York, y a su vez Profesor Visitante de la Universidad de York, nombramiento que brinda amplio espacio para la exploración y el intercambio y continúa su trabajo regular como Profesor Visitante en Schola Cantorum Basiliensis.
El placer de comunicarse con una audiencia en vivo se mantiene presente. Viajar por el mundo para ofrecer música exquisita de contemplar, es una ironía y paradoja maravillosa, y continúa siendo una fuente de humor para Rooley. Entre las giras encuentra el tiempo para visitar la Biblioteca Británica, donde una típica visita de un día puede generar media docena de temas nuevos o programas. Recientemente, un trabajo sobre Daniel Purcell y John Eccles ha sido asombrosamente fructífero (a principios de este año Anthony dirigió la opera de Eccles “Semele” para la Universidad de Florida en Tallahassie) y los principios del siglo 18 comienzan a volverse atractivos. La pasión más reciente de Anthony Rooley es por el repertorio creado para la Sra. Anne Bracegirdle, cantante-actriz de los 1690 que tomó por sorpresa a las audiencias londinenses.
Acerca del programa
El programa denominado “Canciones de John Dowland y el Mecenazgo Isabelino” “Honey from the hive” (Miel de la Colmena) en alusión a un trabajo del compositor inglés, estará dedicado a dicha época histórica en que se dio una íntima relación entre la poesía y la música. Los versos eran concebidos para ser cantados y las dos formas artísticas nunca estuvieron más unidas e interrelacionadas. John Dowland fue el más grande y divulgado compositor de la era isabelina. Durante su larga existencia, para la época, viajó muchísimo y ya en 1580 lo encontramos al servicio de la embajada inglesa en París. A su regreso definitivo a Inglaterra, recibió la oferta para desempeñarse como “Laudista de Cámara” del rey de Dinamarca, con una remuneración considerable para su tiempo. Parte de su obra, muy extensa, comprende canciones para voz en acompañamiento de laúd, gran número de piezas para este instrumentos, explorando casi todas las formas de danza de la época, tales como la pavana, la gallarda, coranto, almain y fantasías de estilo libre, además de salmos y canciones espirituales.
Como ha expresado el propio Antohony Rooley, el mecenazgo desempeñó un rol esencial en la obra de Dowland y por ello el programa explora como el músico respondió al mismo. Por cierto en el curso de su carrera Dowland compuso canciones inolvidables, de gran contenido emocional, mucho más memorables que los nombres de sus ilustres patrones y mecenas, entre los cuales merecen figurar en primer término el Earl de Essex, la Condesa de Bedford y la misma reina Isabel, que no se distinguía por la generosidad en sus remuneraciones.
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