Protesta -al son del tecno- contra la cancelación en abril pasado de la mayor fiesta de música electrónica del mundo.
BERLÍN.- La Loveparade comienza a latir nuevamente. Bajo el lema "Lucha contra el poder", el próximo sábado 10 de julio los seguidores de la música electrónica saldrán a la calle en la capital germana para protestar -al son del tecno- contra la cancelación en abril pasado, por falta de fondos, de la mayor fiesta de música electrónica del mundo.
"Será una forma de recordar, de recrear una atmósfera y tener un pedacito de la Loveparade en Berlín. Será una demostración en el Kudamm, lugar donde nació el encuentro tecno", comenta Fabian Lenz, director de la firma que organiza el evento.
Era el año 1989 y Berlín estaba aún dividido por el Muro cuando en el corazón occidental de la ciudad, el conocido Dj Dr. Motte (Doctor Polilla), junto a 150 seguidores y una carroza, bailaron al son de la música electrónica e iniciaron un movimiento que se extendió a todo el mundo. Y que en 1999, su momento cúlmine, reunió a más de 1 millón y medio de fans. La tolerancia, el respeto y amistad entre los pueblos son los eslogans que iniciaron la fiesta tecno.
La Loveparade es parte de la historia de la capital germana y aunque la fiesta fue cancelada oficialmente, parte de la ciudad y los seguidores del tecno se niegan a que la Parada muera. A partir de las 14 horas este sábado, fecha en la que se realizaría originalmente este encuentro, conocidos Djs se reunirán para protestar y a la vez tratar de devolver al encuentro tecno el carácter de manifestación política y masiva que un día tuvo.
La reunión será el punto máximo de una serie de actividades organizadas esta semana en todo Berlín bajo lemas como "Semana del amor" o "No es tiempo para estar triste", que de una u otra forma han tratado de mantener a flote el espíritu de la Loveparade, que según sus organizadores, el próximo año volverá en gloria y majestad.
"Estoy seguro que en 2005 tendremos Loveparade. En este minuto tenemos un montón de ideas y discutimos cómo lo haremos. Si no es Berlín, será en otra ciudad de Alemania, pero en 2005 habrá Loveparade", afirma Fabian Lenz.
Mientras tanto, sus seguidores esperan ansiosos el próximo sábado para al ritmo del bit (pulso), recordar los mejores momentos del tecno. Aquellos en que 50 carros de los principales clubes de la ciudad, llevaban atrevidas chicas en bikinis o desnudas, con cuerpos pintados o con coloridos trajes de cuero, por un recorrido de 7 kilómetros repartiendo amor y bailes.
"Es lamentable que no haya Loveparade. Era la fiesta del verano acá en Berlín. De todas maneras me parece estupendo lo del sábado, pues se podrá hacer algo por la "Parada". Pero no será lo mismo, faltarán los carros y las vestimentas exóticas de los tecnofanáticos", declará triste A. Gille, berlinesa de 22 años que se sumará a los actos a favor del regreso de la Parada del Amor.
Basura
Catorce años al ritmo del tecno fueron interrumpidos por la falta de patrocinadores. Y más de 500 mil euros de déficit son la causa de la cancelación del mayor foro de música electrónica del mundo.
Durante años la Loveparade se desarrolló bajo la consiga de ser además de un encuentro musical, una manifestación de carácter político. Lo que llevó a que por más de una década el Gobierno Federal de Berlín participara de los costos de la fiesta tecno. Sin embargo, el año 2001 los tribunales decidieron que más que una manifestación política, se trataba de una actividad comercial.
Así que este año el Senado de Berlín negó el apoyo económico para ayudar a subsanar los costos de la recolección de la basura dejada por los miles de "ravers", los fans tecno.
Desde 1996 el parque Tiergarten, pulmón de Berlín, cobijó a los tecno-fans de todo el mundo y paralelamente a cientos de toneladas de basura. Sólo el año pasado, en que la cuota de asistentes descendió a 500 mil participantes, tras la fiesta quedaron más de 100 toneladas de desechos. Su recolección alcanzó costos de 1,5 millones de euros, debieron trabajar 550 personas, se ocuparon 240 vehículos especiales y se tardó más de 10 horas en devolver el aspecto de pulmón de la ciudad al principal parque berlinés.
A pesar de ello, los nostálgicos están dispuestos a vivir su "mini Loveparade" este fin de semana, pero siempre con la esperanza de que el próximo año esta fiesta mundialmente conocida de la música electrónica, resurja de sus cenizas con más fuerzas que antes, al ritmo de los bits.
