
El músico falleció el 14 de julio de 2003 a causa de una insuficiencia renal.
LA HABANA.- Cuba recordará hoy al popular cantautor Francisco Repilado, conocido mundialmente como Compay Segundo, con una gala-homenaje coincidiendo con el primer aniversario de su muerte.
Artistas cubanos de distintos estilos actuarán esta noche en un conocido teatro de La Habana para homenajear al creador de “Chan-Chan”.
Los cantantes Coco Freeman, Teresa García Caturla, Beatriz Márquez y Vania Borges, el saxofonista César López, la popular pareja de baile “Los Santos” y el grupo acompañante del desaparecido trovador integran el elenco para este homenaje.
“Será una gran noche en la que rendiremos homenaje a este hombre especial”, dijo su hijo menor, Salvador Repilado, quien ahora dirige la banda creada por su padre y que lleva su nombre.
Los fondos recaudados por la venta de entradas, postales, carteles y calendarios con la imagen del artista y un catálogo sobre su vida se donarán a la sala infantil del Instituto de oncología y radiobiología de La Habana, explicaron los organizadores.
En Santiago de Cuba, su ciudad natal, un grupo de artistas prepara también un espectáculo en su honor.
Máximo Francisco Repilado Muñoz, nacido en la pequeña localidad costera de Siboney, en Santiago de Cuba, el 18 de noviembre de 1907, supo apurar la esencia de la bohemia santiaguera de los años 20 y 30 y codearse con los mejores músicos cubanos del momento hasta que se trasladó a La Habana, donde se consolidó como un cantante y compositor excepcional.
Más de un centenar de canciones y el armónico, un instrumento en el que mezcló la guitarra española y el tres cubano, son los principales aportes y legados del “Patriarca del Son” a la música cubana, a la que elevó a las súper-ventas de discos a nivel internacional ya rondando los 90 años.
Su participación en 1997 junto a otras antiguas leyendas de la música cubana en el álbum “Buena Vista Social Club”, producido por el guitarrista y productor estadounidense Ry Cooder, significó su relanzamiento artístico y la fama internacional.
Compay paseó su ingenio, su sentido del humor y su porte de caballero por los principales escenarios del mundo, incluido el Vaticano, sin perder de vista la realidad cubana y sin olvidarse de los más necesitados.
Murió el 14 de julio de 2003 a consecuencia de una insuficiencia renal y fue sepultado dos días después en Santiago de Cuba, cuna del son y de la trova.