En el rock hecho en Chile hay una generación de recambio. Y Guiso es el grupo que está en la avanzada. Estos son los músicos que se oyen cada viernes en "Bienvenida realidad". El grupo de verdad.
David Ponce 16/7/2004
La penúltima vez que fue de visita a una cárcel, hace dos años, Alejandro Gómez cometió un error. Un exceso de honestidad al saludar a los presos del penal de Buin.
- Estamos muy contentos de estar aquí - dijo Gómez.
Entonces alguien le respondió desde el público.
- Y por qué no te quedai, entonces.
Errar es humano. Rockear adentro de una cárcel es divino. O al menos lo fue ese día. Alejandro Gómez, que tiene 25 años y a quien la mayoría llama Perrosky, estaba ahí para eso: con su grupo de rock, Guiso, dio un concierto para los presos. Y al año siguiente dio otro, en la cárcel de Puente Alto. Esta vez tenían más cancha y estaban tocando mejor, pero una falla de sonido interrumpió por un par de minutos la función. Y para ocupar el tiempo, la bajista del grupo, Bernardita Martínez, tuvo una idea.
- ¿Alguien quiere venir a cantar, o recitar? - dijo.
Puede haberlo dicho en serio o no: lo que importa es que los presos de la cárcel de Puente Alto lo tomaron en serio y diez segundos más tarde estaba en el escenario Albino Tello Cabello, señor de pelo cano que recitó unas coplas de su autoría en medio de la ovación de sus pares. La falla ya estaba reparada, pero nada pudo impedir que, de fondo, subiera simplemente El Mono, a demostrar por qué es el preso más popular del penal: imitó a Zalo Reyes, cantó cumbia, revolucionó el lugar y hoy su performance se puede oír, junto a la del grupo, en el disco "Rock & rejas". Con una pequeña ayuda de Guiso.
Para ser parte de una nueva generación de rockeros chilenos, este grupo tiene una diversa experiencia. En tres años y medio de historia, y con dos discos grabados, han aprendido así: en la práctica. Ya tocaron en la cárcel (invitados al comienzo por el grupo Raja Pelá) y en TV (invitados por el programa "Amenaza real"). Han actuado en Santiago y en provincia. En Argentina y en Uruguay. En fuentes de soda y festivales de verano. Como el del verano de 2001, en Caldera, cuando no tenían ni disco y telonearon a la banda de reggae Gondwana, ante tres mil personas.
- Tres mil tipos que nos odiaron - sonríe el baterista Álvaro Gómez, hermano del cantante-. La gente no esperaba ver a un grupo rock teloneando a Gondwana.
Hoy las cosas han avanzado. El propio Álvaro Gómez aparece cada viernes en Televisión Nacional de Chile, como parte del elenco de la serie "Bienvenida realidad", en que interpreta al baterista del grupo de rock de una de las protagonistas. Y su propio grupo suena cada noche de viernes también: la canción de la serie, que se llama "La muerte y el dinero", es de Guiso.
Como mucha gente de su edad, que fue al colegio en los ’90, el alumno Álvaro Guerra tuvo que leer ahí un libro de José Luis Rosasco. Algo de eso fue a recordar tiempo después, cuando hace tres años andaba buscando una sala de ensayo con su banda de rock. La primera sala de ensayo de Guiso, en calle Ricaurte.
- Ex Ricantén. La calle más conocida como barrio rojo en el centro - explica- . Hay un momento en el libro en que, claro, los niñitos cuicos del Saint George iban a buscar putas a Ricantén.
En ese barrio fue hecho el primer clip de Guiso: sacaron la batería a la calle Diez de Julio y tocaron una canción de un minuto y fracción llamada "Grato". Guerra estudia cine y dirigió ese clip. Guitarrista y cantante, es además el cuarto músico de Guiso. Tres cuartas partes del grupo son provincianas: Bernardita Martínez y los hermanos Gómez se criaron en Copiapó. Y Guerra, el único capitalino, cree que algunos de ellos siguen siendo provincianos.
- El Álvaro es santiaguino. Perro es más huaso de campo. Y la Berni también: viene de San Rosendo a vivir a la ciudad - sonríe- . Es algo que se percibe, no hay para qué calificarlo.
- ¿Sí? - pregunta ella después- . Es un halago.
- No me gusta mucho Santiago, pero me acostumbré - corrobora Perrosky. De hecho, en los últimos dos años Guiso se integró a la avanzada de nuevos rockeros capitalinos. Con su sello, Algo Records, han editado once discos propios y de músicos cercanos, y hace un mes tocaron en el festival Pulso: un espectáculo que, pese al retraso, a sus fallas de sonido y a un parte policial por ruidos molestos, marcó un antes y un después en esta escena.
- La movida independiente es más amplia y ya se sustenta por sí sola. Es algo concreto - dice Guerra- . También es concreto que las (disqueras) multinacionales no le dan al palo con ninguna cosa y ya no arriesgan capitales en nada. Acabo de leer en internet un titular en que Los Prisioneros van a México y su ideal es llegar a ser como La Ley. Chile es chico, la gente que oye a esos grupos es gente que escucha radio y que ve tele, pero que no sale a la calle.
Guiso ya tiene dos discos que aportar a este relevo. El primero apareció en 2002 y se llama "Sintonizar el ruido". El nuevo será lanzado el jueves y se llama "El sonido". "Ya sintonizamos el ruido. Ahora es el sonido", resume Perrosky certeramente: lo nuevo de Guiso es un disco de rock potente, bien grabado, preciso. Y en vivo el repertorio se reparte entre ambos guitarristas.
- El próximo disco se va a llamar "Guerra" - asegura Guerra, que ya piensa en el futuro.
- De repente si fuéramos los Beatles, Álvaro sería Lennon y yo sería McCartney - se ríe Perrosky.
- Y si fuéramos los Rolling Stones él sería Jagger. Yo soy el que pongo las caras - dice su compañero- . No, pero somos Guiso.
De los cuatro integrantes, la bajista es quien estudia música regularmente. Alumna de la academia Projazz, tiene una colección de discos donde cabe desde el jazzista Charlie Mingus hasta la rockera P J Harvey. Desde este año tiene además un contrabajo. Y una ampolla nueva en el índice derecho. De tanto tocar.
- Ya estoy pensando en meter el contrabajo a Guiso - dice.
- No sé si me llama la atención seguir tocando sólo con grupos de rock. El próximo disco va a ser ópera rock (risas.- agrega Álvaro. Éste es un grupo que piensa en el futuro. Los cuatro han tocado en otras bandas, pero sólo Guiso ha sido constante.
- Una razón por la que hemos durado es que hay una visión a largo plazo. Estamos haciendo discos para los próximos cincuenta años. Si una canción suena dos años tarde, el error es decimal - declara Guerra, acerca de la canción de "Bienvenida realidad", que es una de las primeras del grupo, escrita hace tres años en esa casona de calle Ricaurte. La misma canción que hoy suena en TV, y en la que Guiso dice, o grita, o advierte, "Quiero más".