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Barbie c’est moi

¿Quieres vivir en el mundo de la muñeca Barbie por un día? El Hotel Hilton de Buenos Aires creó la primera “Barbie Room” del planeta. Con muñeca y certificado de regalo para todas sus “viajeras bajitas”.

19 de Julio de 2004 | 11:35 | Rodrigo Lara, corresponsal El Mercurio en Internet

Las niñas "pasajeras" salen con un certificado que se le da como huésped de honor de la Barbie Room.
BUENOS AIRES.- "Tlon, Uqbar y Orbis Tertius" es un cuento del argentino Jorge Luis Borges. En él, ya al final, el narrador -no sin cierta perplejidad resignada- advierte que objetos tan inverosímiles como inquietantes de uno de esos mundos, han comenzado a aparecer en el nuestro, señal de que dos universos paralelos comienzan a mezclarse. Pues bien, en la habitación 538 del Hotel Hilton-Puerto Madero de Buenos Aires, el cosmos creado por la estadounidense Ruth Handler, en 1959, tomó este mes de julio por primera vez una nueva forma singular en el planeta Tierra: la "Barbie Room".

En efecto, si bien la idea de Ruth de crear una muñeca para niñas que fuera "adulta" y activa (cuyo nombre completo es Barbie Millicent Roberts) lleva cuatro décadas de éxito comercial y vendió 351 mil "barbies" sólo en su primer año (lleva fabricadas más de mil millones de muñecas desde entonces), la iniciativa de crear una habitación hotelera que responda en todos sus aspectos a la iconografía y "modo de vida" Barbie, es una novedad.

¡Yo me quedo!

Y lograda. Cuando se abre la puerta de la habitación del quinto piso del hotel, que se ubica frente a los docks del antiguo puerto de la capital argentina, un manejo adecuado de la "puesta en escena" evita que el color rosado se lance sobre el viajero y -como escribió alguna vez el poeta Gregory Corso- convierta el lugar en "opresivamente dulce".

"En realidad pensamos pintar las paredes de rosa -comenta a Emol Analía Ogando, Gerente de Negocios Corporativos del Hilton-, pero nos dimos cuenta de que no era necesario".

Y es cierto. Las casi 60 categorías de objetos "barbizados" (desde sábanas a pantuflas y teléfonos) emiten un aura lo suficientemente efectiva para crear el efecto "otra dimensión". "Es -explica Ogando- la primera habitación Barbie en el mundo. Se han hecho casas de Barbie, pero no habitaciones. Y la casa, en general, fue como un show room, pero esto es para hospedarse y vivir una experiencia: Cómo vive Barbie".

Luego del pasillo de entrada, a la izquierda se abre el baño, con toda la parafernalia cosmética necesaria. Adelante está la pieza propiamente tal, con sus dos camas, un pequeño escritorio y una zona de juegos que incluye ¡una casita Barbie con muchas barbies & compañía! esperando las manos e imaginación que les den vida.

Las niñas "pasajeras" no se hacen de rogar. Aunque se inauguró el 1º de julio recién pasado, Ogando recuerda como a algunas visitantes hubo que arrastrarlas casi con grúa: "Me acuerdo de un caso en que no se las podía sacar a las nenas de la habitación. Los padres ya estaban con complicación, porque era la hora del check out y las nenas querían seguir jugando".

Para que el reingreso al resto del mundo no sea tan violento, sólo por haber ocupado la habitación, las niñas-huéspedes pueden elegir una muñeca Barbie y llevársela de regalo, además de cargar consigo "todo lo que se llevaría un huésped (tradicional) de su estadía: el shampoo, la pasta dental, el cepillo de dientes, los jabones y los elementos de escritorio como cuadernos, lapiceras, anotadores", aclara Ogando.

A eso se le agrega "un certificado que se le da como huésped de honor de la Barbie Room".

Sold casi out

La habitación incluye una sorpresa más. En el vestidor, amplio y cómodo, las perchas lucen ¡trajes barbie tamaño natural! de modo que las pequeñas puedan vestirse de distintas maneras. ¿Resultado? Las viajeras bajitas suelen quedarse toda la estadía dentro de la pieza y sólo salen a almorzar y, quizás, a darse alguna zambullida en la piscina del hotel.

La habitación posee una conexión interna con la de los padres, de forma que se reproduzca cierta estructura de hogar. La ejecutiva relata que "en general vienen o el matrimonio o la mamá sola -que se hospeda en la habitación contigua- y los chicos acá. Si son dos nenas, tenés las dos camitas. Si viene una nena más, se le puede poner una cama extra acá. No para un adulto".

¿Y si es un niño? ¿Cómo moderar un posible ataque fóbico anti Barbie? "Se le coloca todo lo mismo, aunque de 'Hot Wheels' que es la marca de los autos de colección de Mattel. Sábanas, toallas. Todo de 'Hot Wheels', para que no se sienta aturdido por Barbie. La idea es pensar algo para él. Y que no se sienta desplazado si se trata de un grupo familiar".

La fórmula ha dado resultado. "Todo julio -revela Ogando- está ocupado. Queda un solo día, el 26, disponible. Y en agosto restan únicamente diez días. Se ha vendido casi todo en menos de una semana".

En su mayoría se trata de argentinos, pero también chilenos, brasileños y uruguayos. Existe la posibilidad -no confirmada- que la experiencia se extienda por septiembre. Mientras, en otros hoteles de la cadena a nivel global se evalúa la experiencia de Buenos Aires, lo que tal vez derive en alguna otra "habitación temática".

Y lo último, pero no lo menos importante, ¿cuál es el precio de la experiencia? Ogando dice que la tarifa es variable según las agencias de viajes de los países en que se promueve la visita. Es flexible. Una aproximación informal indica que el valor gira alrededor de los US$ 120 (sin contar la habitación de los padres).

Habrá que pedirle a la "Barbie Mujer de Negocios" que saque la calculadora, revise el presupuesto familiar y desmienta las acusaciones de que -si de asuntos serios se trata- no tiene muchas luces en su cabeza. Comentario que, por supuesto, siempre enfurece a la "Barbie Astronauta" y a la "Barbie Voluntaria de la UNICEF".