
La actriz dedicó sus últimos años a mantener viva la memoria del cineasta Pier Paolo Pasolini.
ROMA.- La actriz y directora italiana Laura Betti, musa del cineasta Pier Paolo Pasolini, falleció hoy a los 70 años en un hospital de Roma, tras una extensa carrera delante y detrás de las cámaras.
Nacida el 1 de mayo de 1934 en la norteña ciudad de Bolonia, Betti -cuyo verdadero apellido era Trombetti- debutó en el mundo del espectáculo como cantante de jazz, a final de la década de los '50.
En 1960 hizo su primera incursión en el cine en "Fugitivos en la noche" de Roberto Rosellini, película que marcó el inicio de una carrera cinematográfica en la que trabajó con directores como Alessandro Blasetti, Marco Bellocchio y Bernardo Bertolucci.
Su nombre, no obstante, siempre estuvo ligado al de Pasolini, con el que mantuvo una estrecha amistad que se plasmó en su colaboración artística en filmes como la "La Ricotta (1963), "Cuentos de Canterbury" (1971) o "Teorema" (1968), película que le valió la Copa Volpi a la mejor actriz en el Festival de Venecia.
La amistad entre ambos se mantuvo hasta el asesinato del escritor el 2 de noviembre de 1975, pero la figura de Pasolini estuvo presente en la vida de Betti hasta sus últimos días.
Directora desde 1980 del Fondo Pier Paolo Pasolini, en 2001 rodó el largometraje documental "Pier Paolo Pasolini y la razón de un sueño", el más completo realizado nunca sobre la vida del cineasta y definido por la actriz como "un delirio sano".
Conocida por su carácter contestatario, y descrita en su tiempo como una artista "agresiva e intrigante", la actriz dedicó sus últimos años a mantener viva la memoria de Pasolini, especialmente entre los jóvenes.
Numerosos representantes del mundo italiano de la cultura lamentaron la desaparición de la cineasta, a la que el alcalde de Roma, Walter Veltroni, definió como "una mujer de extraordinaria cultura y fortísima curiosidad intelectual, con un gran carácter, a veces difícil, pero generoso".