El reemplazo de la joda
Marcelo Contreras 1/8/2004
Decían que Fito Páez era el nuevo Charly, y algo de eso pasa cada vez que el rosarino nos visita y compensa en parte el recuerdo del averiado hombre del bigote bicolor.
Ahora ocurre lo mismo entre Bersuit Vergarabat y el fantasma de Los Fabulosos Cadillacs. La pasada noche del viernes, en un atestado Teatro Providencia, pudo ser cualquier cita en algún momento de los 90, con la banda de Vicentico encendiendo en directo a sus fieles. Porque el fervor y el ánimo de gradería eran los mismos. Pero no. Es 2004 y la vocería la lleva ahora Gustavo Cordera, el líder de la Bersuit, capaz de invocar a similar target, siempre receptivo a la combinación discurso y fiesta.
Y la banda argentina sabe responder a la demanda: le encantan las grandes verdades, la denuncia de injusticias y el látigo autoflagelante, como también balancear el peso de sus palabras con toda clase de ritmos latinos y quiebres rockeros que se revuelcan unos con otros para celebrar tristezas. La historia se repite, aquella del folclore latino que festeja a través de la música mientras llora en sus letras.