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Temporada de Cámara en Teatro Universidad de Chile 12/8/2004

15 de Agosto de 2004 | 16:59 |
Temporada de Cámara en Teatro Universidad de Chile

Gilberto Ponce 12/8/2004

Desde su fundación en 1982, el Trío Mistral ha venido desarrollando una interesante labor en la música de cámara de nuestro país, habiendo realizado también giras al extranjero. Lo conforman María Angélica Castelblanco en piano, Alejandro Ortiz en clarinete y Armando Aguilar en fagot.

En el Teatro Universidad de Chile se presentaron el miércoles 11 como parte de la Temporada de Música de Cámara, con un programa que incluyó obras de Federico Heinlein, Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven.

El trío de Federico Heinlein, con que abrieron el programa llamado “Danzas”, en verdad es una especie de suite que mezcla una serie de canciones y ritmos, de obras populares chilenas, que van enlazadas unas con otras, con lenguaje atonal bastante marcado, pero permitiendo reconocer las melodías originales. Su estructura permite el lucimiento de cada instrumentista, con dificultades relativas.

Esta obra, que fue dedicada al Trío Mistral, recibió una cuidadosa interpretación, donde fue posible constatar el afiatamiento del grupo, que rescató la riqueza de la obra.

El Quinteto para Vientos y Piano K. 452 de Mozart, sirvió para incorporar a dos invitados, Cancio Mallea, oboe, y Daniel Silva, corno.

El resultado general fue muy positivo, aunque consideramos que al corno le faltó un poco más de liviandad, que fuera consecuente con la finura estilística del resto, como asimismo, en el primer movimiento, existieron algunos momentos poco claros en la pulsación.

Un completo sentido de cuerpo se observó en el segundo movimiento, donde el lirismo fue palpable en cada uno de los intérpretes, realizando ahora el corno, hermosas frases de correspondencia con los demás. La pianista, que lleva la voz principal, sobresalió por su musicalidad. Durante el tercer movimiento, se observó una muy buena complementación, entre cada uno de los músicos.

En el Quinteto para Piano y Vientos Op. 16 de Beethoven, obra de una gran luminosidad y frescura, mostraron la verdadera potencialidad del grupo, aquí el corno se ajustó completamente y con musicalidad.

Desde el solemne inicio, mostraron una fuerza y unos fraseos muy hermosos, lo que se acentuó en la sección rápida, que involucra frases importantes para cada instrumento, obligando a un cuidadoso uso de los conceptos dinámicos. Este movimiento, el más extenso de los tres, los mostró como un excelente grupo de cámara.

En el movimiento lento, luego de la introducción del piano, se afianzaron las cualidades, para culminar con el brillante allegro final.

Quisiéramos destacar el notable desempeño del clarinetista Alejandro Ortiz de incuestionable musicalidad, como la solvencia del fagotista Armando Aguilar, que entrega un sólido sustento armónico.

En los invitados, fraseos y comunicación con los demás de Cancio Mallea en oboe, Daniel Silva en corno, realizó una interesante aproximación a la música de cámara, saliendo de su medio natural, el grueso sonido de la orquesta sinfónica.

Una consideración final, pensamos que la Temporada de Cámara, que congrega a un público bastante numeroso, merece un piano en mejores condiciones, es sorprendente encontrarse con varias notas de la parte grave, tan desagradablemente desafinadas, lo que estuvo a punto de hacer naufragar las intenciones musicales de este buen grupo de cámara.
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