VARSOVIA/CRACOVIA.- Con gran participación pública, Polonia despidió hoy el Premio Nobel de Literatura Czeslaw Milosz, fallecido el pasado 14 de agosto a los 93 años.
Tras un funeral en la Iglesia de Nuestra Señora en Cracovia, el cortejo fúnebre se trasladó al monasterio paulista de Skalka. Allí, los restos de Milosz fueron sepultados en presencia de sus familiares y el cardenal de Cracovia, Franciszek Macharski.
Previamente, en la ceremonia, en la televisión y en la radio, políticos, escritores e intelectuales destacaron la personalidad y la obra del autor.
"Nos despedimos hoy del poeta, pero no de su poesía, que nos sobrevivirá a todos", dijo la poetisa Wislawa Szymborska, también distinguida con el Nobel.
Adam Michnik, defensor de los derechos civiles y redactor jefe del diario "Gazeta Wyborcza", recordó la esperanza que difundía la obra de Milosz al movimiento democrático polacao cuando circulaba en la clandestinidad y el autor vivía exiliado. Milosz fue una autoridad moral, destacó, por su parte, el escritor Adam Zagajewski.
