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Grandes Pianistas en el Teatro Municipal 29/8/2004

30 de Agosto de 2004 | 16:13 |
Grandes Pianistas en el Teatro Municipal

Gilberto Ponce 29/8/2004

Un gran debut tuvo en nuestro país el pianista español, de sólo 26 años Iván Martín. Demostró ser poseedor de una técnica sorprendente, que le permite realizar verdaderas proezas en el teclado. Además, su acercamiento a los estilos de las diferentes obras escuchadas es muy certero y solo podríamos objetar la velocidad que le imprime a ciertos pasajes, lo que ensucia algunas escalas.

Esta observación no resta en absoluto el mérito de su presentación y puede ser atribuida a su juventud y a la pasión que pone en cada obra, ya que como intérprete posee un peso enorme.

Con una variante en la programación, en este ciclo dedicado a Frédéric Chopin, el artista incluyó en la primera parte tres sonatas de Domenico Scarlatti y una de Wolfgang Amadeus Mozart.

Su digitación para las sonatas de Scarlatti, en Do mayor K. 398, Re menor K. 141 y la en Si menor K. 27, deslumbró al público por su notable perfección. Además, su acercamiento al estilo barroco fue de gran elegancia.

La hermosa Sonata en Si bemol mayor KV. 333, lo mostró en un estilo nuevo, donde a la claridad clásica, incorporó la finura y transparencia propia de Mozart, con fraseos y dinámica precisa. El segundo movimiento le permitió hurgar en esos mensajes implícitos, presentes en muchas obras de Mozart, y que muchas veces quedan escondidos debido a interpretaciones superficiales. Nos sorprendió la velocidad del tercer y último movimiento, marcado “Allegretto gracioso”, perdiéndose el lirismo del movimiento.

Su versatilidad como intérprete, la apreciamos en la segunda parte dedicada a Chopin, donde derrochó pasión y fuerza junto a la poesía presente en las obras del autor polaco.

Poesía y sutileza encontramos en el Nocturno en Do sostenido menor Opus póstumo, donde ahora marca respiraciones y pausas de contenido expresivo.
Las enormes dificultades presentes en las Variaciones sobre el Aria “La ci darem la mano” de la ópera “Don Giovanni” de Mozart, es uno de los grandes desafíos para cualquier pianista, pues las secciones típicas de Chopin se contrastan con alusiones al tema a la manera clásica, en un juego entre tormenta y calma que es un goce para los auditores. Martín se mostró conocedor profundo de todos los vericuetos desafiantes, salvándolos con maestría, ante un público que esa altura se había convertido en su incondicional, en medio de las ovaciones, se sentó nuevamente en el piano para continuar interpretando el “Andante spianato y Gran Polonesa” Op. 22. A su primera sección de gran lirismo le sucede lo heroico de la polonesa, encontrando en el intérprete español todas las características para una versión notable.

Un artista debe estar muy seguro en cuanto a su calidad de intérprete, para atreverse a finalizar un concierto con una obra que culmina en pianissimo. Éste fue el caso de Martín, al concluir su recital con el Nocturno Op. 27 Nº 2. Su interpretación logró conmover de tal forma, que al último acorde le sucedió un conmovedor silencio, que se rompió cuando el músico se relajó, dando paso a una interminable ovación, que logró dos encores con obras de Chopin, que ratificaron las notables condiciones de este notable pianista.

El público debe estar muy satisfecho, pues este ciclo de grandes pianistas ha convocado a un grupo de excelentes músicos en jornadas memorables.