"David & Jonathas": Perfecta fusión de música y teatralidad
Juan Antonio Muñoz H. 27/9/2004
Sutileza, elegancia y musicalidad son las palabras que primero surgen de la experiencia de ver y escuchar a Les Arts Florissants. Ya en 1998 demostraron su experticia y ese entrañable don para comunicarse con el público y arrebatarlo, en una versión inolvidable de "Acis y Galatea" (Haendel); ahora repitieron esa cima, agregando un estreno absoluto para Chile de la ópera sacra de Marc-Antoine Charpentier (1643-1704), "David & Jonathas" (1688). Todo esto, en el marco del tercer centenario de la muerte del compositor y en los 25 años de la creación del conjunto de William Christie.
Descontados a la precisión musical, el apabullante ensemble instrumental y la colección de voces habituadas a este repertorio, es necesario atender a dos aspectos: el tejido entre el trabajo vocal e instrumental con la idea dramática, y la régie misma.
El libreto del padre Bretonneau, basado en el segundo libro del profeta Samuel, es un texto difícil porque mucho de "lo que sucede" se ofrece no a través de la acción sino de comentarios de terceros. Desde ese marco operativo, se viaja luego a las escenas donde efectivamente se exponen los hechos y el conflicto. Y ese conflicto —antes que todo y más allá de las guerras y el poder— es el amor. Un amor puro e inmarcesible, superior incluso, así lo expone el libretista, a las cotas que puede alcanzar el amor de un padre por un hijo.
La idea dramática parte por comentar un pasaje del Antiguo Testamento, pero va mucho más allá que eso, porque elabora un pensamiento delicado respecto de las relaciones. Tal elaboración, es, sin embargo, elusiva y está matizada por el énfasis en las glorias conseguidas por David, los presagios fatales de la Pitonisa y los pedidos de paz al Todopoderoso. El triunfo de Charpentier es, con su música, minimizar el largo fasto guerrero y heroico, y levantar, con menos cantidad de minutos y muchas menos notas, el amor entre David y Jonathas. Una relación de fronteras tan tenues como el sonido instrumental, que recorre texturas cromáticas y juegos rítmicos inacabables.
Para eso, Christie se vale de excelentes instrumentistas, llamados a lograr un verdadero esfumado sonoro en las escenas de los personajes titulares, con momentos extraordinarios para las dudas de David y la muerte de Jonathas. Es tremendo el contraste que logra el director entre esos instantes y la tanto más marcada y concreta aparición de la Pitonisa y Joabel, que importan como actores de una trama que parece interesarle poco al músico, preocupado de sublimar el idilio.
La régie de Rita de Letteriis es pulcra y asertiva. Ella, siguiendo la norma dada por la partitura y tan subrayada por Christie, opta por el esbozo, la contención y el cuidado para la pareja de amigos, mientras que explota elementos de una teatralidad más expuesta para Saül, la Pitonisa, Joabel y el resto. Ya desde el prólogo las imágenes escénicas resultaron conmovedoras, con el tenor Jeffrey Thompson marcando la acción con pétalos rojos y blancos; sangre y amor convertidos en único camino posible, además. El coro de adultos y niños participa activamente del juego escénico, sirviendo como nexo expresivo muy fuerte entre las dos dimensiones —guerrera y amorosa— de la obra.
Todos los cantantes en estilo, dueños y señores de una partitura que interpretan sin mirar jamás al director, ubicado a sus espaldas. Destacan los trabajos del bajo Alain Buet (Saül), un actor hecho y derecho que canta con convicción; el tenor agudo Cyril Auvity (David), de material aterciopelado y con una cuidada línea musical; el bajo Bertrand Bontoux (la sombra de Samuel), que de verdad parece provenir de ultratumba; y el tenor agudo Jeffrey Thompson, veloz en las evoluciones de la Pitonisa y que se permite algunas licencias con su voz —leves arranques de vocalista de rock— para destacar características como la enajenación y el dominio de las artes infernales. Imposible dejar de mencionar el coro de niños, preparado por Olivier Schneebeli, intachables en afinación y totalmente fusionados con las ideas teatrales y musicales.