Humor en serio
Teatro Oriente
Sábado 9 de octubre
Marisol García C. 12/10/2004
Incluso más que su insólita biografía, a Kevin Johansen lo viste su sentido del humor; ése que tiene la gente humilde capaz de reírse de sí misma y de su entorno, sin creer que por eso deba imponer grandes dictados sobre lo que es correcto. En su debut en vivo en Chile, el argentino nacido en Alaska habló tanto como cantó, y coló en esa cháchara digna de su nacionalidad la clave de empatía que sostiene no sólo su show sino también su propuesta musical completa. Los que ya conocíamos el disco
Sur o no sur —y a juzgar por los coros esa noche, éramos todos— sabíamos que dentro de Johansen no vive ni un gran cantante ni un gran poeta, ni tampoco un arreglador musical de excepción. Pero no es lo que importa, y en vivo esas carencias pasan a importar aún menos. El rock le ha enseñado a nadar incluso en aguas en las que no se siente seguro, y a bordo de ese permiso el cantautor legitima su gran virtud como músico, cual es la del atrevimiento.
Melodías sencillas y una banda, The Nada, de seis instrumentistas discretos —los que más destacaban eran los percusionistas— van ofreciendo un espectáculo en que la música es la base para invitar a que entre todos pensemos sobre la mezcolanza que nos define (“Sur o no sur”), el abuso de nuestros clichés de exportación (“Puerto Madero” y la nueva “Che Donald´s”) y cuánto amamos a Estados Unidos, después de todo (y ahí están los saludos a James Brown y The Eagles, con una graciosa traducción para “Hotel California”). Johansen podría ponerse a hablar sin fin, como Facundo Cabral o Alberto Cortéz. O tomarse el micrófono para manifestar su opinión ante Bush y Kerry. Pero, pese a los chistes con la ropa andina, el autor de “Down with my baby” ha tomado sólo el fondo de la canción latinoamericana “conciente”, dejando que la forma avance sin tanta solemnidad ni mesianismo. Después de todo, lo salva haber nacido en Estados Unidos, y poder compensar su historia con la del imperio que inventó el rock and roll. En el fondo, Johansen es un tipo elegante, que no está para empalagar con causas que ni lo convencen demasiado. Ahí arriba, sobre el escenario, parece que ni él se tomara en serio como cantautor. Parece, más bien, un tipo con suerte, que terminó en la música como podría haber terminado en cualquier otro oficio. Y que lo disfruta mientras dure, y sus anécdotas sigan generando sonrisas.
Lee un comentario al disco Sur o no sur
Lee una entrevista a Kevin Johansen