Gilberto Ponce
Joven y muy bella es esta pianista francesa que se avecindó en Chile y que ahora se presentó en un concierto extraordinario de la Temporada de Conciertos que organiza el Instituto Cultural de la Municipalidad de Providencia, en su cómoda sala de conciertos de cámara.
Ante un recinto atestado de público —y con un programa muy desafiante— escuchamos a esta solista que va en camino de transformarse en una buena concertista. Decimos en camino, porque si bien posee una interesante técnica, buena digitación y muy pulcra, creemos que aún le falta madurez para enfrentar ciertos compositores. Su currículo señala gran bagaje como acompañante e integrante de conjuntos de cámara, situación que pensamos ha influido en su avance como solista, y que ahora no le permitió plenos logros en esta presentación.
Johannes Brahms, Robert Schumann, Sergei Prokofiev, André Jolivet y Claude Debussy, fueron los autores escogidos, comprobándose aproximaciones de interpretación muy disparejas. Es así como los dos Intermezzos y la Balada de Brahms resultaron los más fuera de estilo, por la frialdad con que las enfrentó, sin nada de los "rubatos" o de esa misteriosa corriente expresiva presente en estas obras. Pensamos que su acercamiento a Debussy es mucho más natural y cercano al espíritu impresionista que las impregna, éxito que se debe además a su muy buena digitación.
En las Novelletten y en las dos Fantasiestüke de Schumann mejoró, aunque su interpretación puede ser calificada de "académica", como si fuesen simples estudios, muy bien tocados, pero fríos en intención.
Las "Visiones Fugitivas", de Prokofiev, son piezas donde es posible percibir ironía, humor, juegos y misterio, además de ser obras de gran dificultad, pues algunas exigen "bravura" en la interpretación. En lo técnico es difícil objetar. Éste es un campo que Alexandra domina muy bien, pero pensamos que en su objetivo de no fallar, las obras carecieron del espíritu lúdico que su autor propuso.
En "Danza de rapto", de Jolivet, demostró la fuerza y el carácter que se deduce de la partitura, jugando muy bien con los contrastes dinámicos, sin duda este lenguaje es más afín a su carácter.
Ya nos referimos al éxito obtenido en Debussy, pero no podemos dejar de destacar, "Jardines bajo la lluvia", que provocó el espontáneo aplauso del público, debido a su derroche técnico. Los Preludios evocaron las imágenes sugeridas, usando con maestría el pedal para las atmósferas y alcanzando alturas con los cambios rítmicos y los juegos dinámicos.
Requerida por el público ofreció como encore un muy bien caracterizado Piazzolla.
Será muy interesante volver a escuchar en un tiempo más a esta pianista, pues sin duda con una mayor madurez como persona y trabajando más específicamente como solista, logrará el éxito que su técnica le asegura.
