LA PAZ.- Dos mil intérpretes de zampoña, el tradicional instrumento de viento aymará, ofrecieron un concierto público en La Paz y batieron el récord mundial como la orquesta de "sikuris" más grande del mundo.
Los organizadores del concierto, que se realizó el domingo, trabajaron desde junio para defender a la zampoña como patrimonio cultural de la nación aymará e inscribir el evento en el Libro Guinness de marcas mundiales.
"Hemos batido el récord y hemos cumplido con todos los requisitos: la orquesta ha tenido un director, ha interpretado un tema internacional reconocido, cada intérprete ha tenido un tutor y el evento ha sido público y ante testigos", dijo Napoleón Gómez, que organizó y dirigió la orquesta.
Los 2 mil músicos de ambos sexos y distintas edades actuaron en la Plaza de los Héroes, centro de La Paz, lugar tradicional de manifestaciones y reuniones políticas.
Como testigos del evento estuvieron, entre unos 10 mil espectadores, el viceministro de Cultura, Fernando Cajías, el director de la Orquesta Sinfónica Nacional, David Handel, y el presidente de la Asamblea de Derechos Humanos, Sacha Llorenti.
El concierto comenzó con la interpretación de una diablada y concluyó con la cueca "Viva Mi Patria Bolivia", a la que precedió el tema de la "Oda a la Alegría", de la Novena Sinfonía de Beethoven, como tema internacional requerido para validar el récord.
La zampoña es un instrumento de viento compuesto por una serie de tubos de caña, dispuestos en forma vertical, de mayor a menor, en escalera y en una o dos hileras.
La fila principal está conformada con tubos abiertos en el extremo superior, cerrados en el otro extremo por el nudo natural de la caña, y la secundaria tiene los dos abiertos.
Los tubos se sujetan entre sí por una o dos tiras de ligaduras de caña y forman un solo plano trapezoidal.
Son de diferentes tamaños, desde apenas 10 centímetros hasta 2 metros, lo que permite emitir diversos sonidos, desde los más bajos a los más agudos.
Aunque su origen es aymará, zampoña es un nombre genérico en lengua española.
Es el instrumento más difundido entre los aymarás, que originalmente lo denominaban siku, por lo cual a quienes lo interpretan se les da el apelativo de sikuris.