GINEBRA.- No sólo fue una de las cantantes de ópera más famosas del mundo, sino que su vida privada también sufrió altos y bajos extraordinarios. María Callas, fallecida hace 27 años, tuvo sobre todo parejas de una gran generosidad, como demuestra una subasta de algunas de sus joyas que realiza hoy Sotherby’s en Ginebra.
Su marido Giovanni Battista Meneghini, de quien se divorció en 1971 luego de 22 años de matrimonio, le regaló en los años 50 una serie de joyas, de las que once se venderán en la subasta de otoño de la firma.
El stand Callas en el hotel "Beau Rivage" junto al lago Ginebra, reluce con fotos de "La Divina" en las que se ve claramente su pasión por las alhajas.
Por ejemplo, unos pendientes de clip de perlas y diamantes valorados en 30.000 euros (unos 39.000 dólares) o una gargantilla de rubíes y diamantes (precio de salida: 69.000 euros, 90.000 dólares).
La cantante estará en buena compañía, pues también se subastan pendientes de la anterior duquesa de Windsor que se parecen mucho a los de la diva.
Los 50 fueron los "años dorados" de María Anna Sophie Cecilia Kalogeropoulos, nacida en 1923 en Nueva York en el seno de una familia de inmigrantes griegos.
Consiguió fama mundial en la Scala de Milán y fue la época en la que el industrial Meneghini la cubría de regalos con rubíes, diamantes y esmeraldas, sus piedras preciosas favoritas.
La pieza más cara de la subasta es un anillo de diamantes ovalado de 11,7 kilates que vale al menos 160.000 euros (208.000 dólares).
Luego de la muerte de Callas a los 53 años en 1977 en París, las joyas pasaron a manos de "un miembro de su círculo más íntimo", según Sotheby’s. La firma no aclara de quién se trata ni por qué las vende ahora.
Con la discreción como lema, el portavoz de la empresa, Frédéric Leyat, se limitó a señalar: "Tenemos que esforzarnos en estas subastas para demostrar que somos los mejores".
