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U2 trae una bomba 19/11/2004

19 de Noviembre de 2004 | 00:00 |
U2 trae una bomba

El grupo irlandés está de vuelta: hacia atrás. Si su álbum nuevo (How to dismantle an atomic bomb) habla de una bomba, es la atómica. Y si suena parecido a algo, es a los inicios de U2. Es decir, electricidad y rock.


David Ponce 19/11/2004

Una vez más y va a parecer costumbre. Tal como hace cuatro años, una copia del nuevo disco de U2 fue robada y difundida por internet antes de su lanzamiento oficial. Esta vez el disco fue birlado en julio, durante una sesión de fotos del grupo en Francia. Duro golpe. Pero para esta vez U2 ya había estrenado parte del disco mucho antes, y en una circunstancia realmente dura: un funeral. El de un veterano irlandés llamado Robert Bob Hewson, en Dublín, el 24 de agosto de 2001. El día en que fue sepultado el padre del cantante de U2.

"Canté la canción "Sometimes you can’t make it on your own" ("A veces no puedes hacerlo por tu cuenta") en el funeral de mi padre", ha dicho Paul Hewson, mucho más conocido como Bono, la cara más visible del grupo de rock más visible del mundo, en una de las pocas entrevistas dadas a la prensa internacional a propósito de este disco. Y ni siquiera cambió el título. Tres años después, esa melodía está en el nuevo disco de U2, How to dismantle an atomic bomb ("Cómo desmantelar una bomba atómica"), que aparece en el mundo el próximo martes. Es una canción que primero parece escrita a un amigo, luego parece escrita a un amor que se torna desgarrado y finalmente resulta ser la despedida a un padre.

"Está dedicada a él, es un retrato suyo, y también cuenta que era un gran cantante, un gran tenor. Un tipo de clase trabajadora de Dublín al que le gustaba la ópera y dirigía la orquesta en el equipo estéreo de la casa con los palillos de mi madre", explica Bono, en una entrevista a raíz del disco. "Le encantaba la ópera. No hablábamos mucho, así que en la canción le digo ‘¿me escuchas cuando canto?’, y llego a una de esas grandes notas de tenor que le hubieran gustado".

Hace cuatro años, y después de dos décadas enteras, U2 resolvió darse permiso para mirar hacia atrás y, por primera vez, tocar una música parecida a algo que hubieran hecho antes.

"Siempre nos hemos resistido. Siempre hemos destruido el pasado, tratando de encontrar el futuro. Desde el comienzo", decía Bono, de visita en Rio de Janeiro para presentar su disco All the things you can’t leave behind (2000). "Pero ahora nos rendimos. Simplemente dijimos que si la canción es digna de ser recordada, no importa cómo suene".

Ahora U2 sostiene algo más drástico. "Este es nuestro primer disco", asegura el mismo Bono en un video promocional de How to dismantle an atomic bomb. "Nos ha tomado veinte años, pero es nuestro primer disco".

Es cierto. U2 sigue siendo un grupo muy pendiente de la tecnología, y de hecho está auspiciando un modelo de reproductor de música que lleva su autógrafo y su nombre. Pero el disco, uno de los más esperados del año en el mundo, es como su primero. U2 vuelve a ser un grupo de muchas guitarras - aunque un solo guitarrista- , y muy eléctrico en vez de electrónico. Desde la primera canción: en "Vertigo" el cuarteto ya tiene un himno instantáneo para su próxima gira de estadios, con un oh oh oh incluido para corear en arenas y coliseos del mundo y unas incendiarias guitarras rockeras.

"Con ‘Vertigo’ estaba tratando de encontrar un sonido de guitarra que fuera desvergonzadamente rockero, lleno, lo mejor de ese estilo que me encanta, como los (Sex) Pistols o los (Rolling) Stones en su mejor momento, lo más punk, lo más metalero", dice The Edge. "Queríamos algo muy vital, una canción de rock muy para arriba", agrega el bajista Adam Clayton. "Hemos estado escuchando esa energía de grupos como The Hives, The Strokes y The Vines, y ese sonido de veras se conecta con nuestro origen. Creo que Edge sintió que podía escribir una canción incluso mejor que algunos de ésos".

"Cuando llegamos al estudio era una locura", recuerda Bono. "Edge andaba como con un cartucho de dinamita, era realmente potente, y él es mucho más Zen, mucho más monacal, mucho más etéreo, así que verlo así era asombroso, con tanto metal en su sistema. Pero al final no pudimos evitar el otro lado, ese sentimiento que yo quiero de un disco de U2 y que creo que los demás quieren, detrás de lo que podrías llamar un disco de rock, y que se transformó en algo más único", agrega. Porque este es también un disco que habla mucho del alma, la gracia, la pasión y otras palabras afines que tanto gustan al cantante.

Esta vez U2 contó además con un equipo soñado de productores, que en su caso equivale a la lista de los que alguna vez han trabajado con ellos. Ahí están Steve Lillywhite, Chris Thomas, Daniel Lanois, Flood, Nellee Hopper y hasta Brian Eno, el padre de la música ambient, quien se hace cargo de "Love and peace or else", lo más experimental del disco. Una airada canción pacifista para los tiempos que corren. Bono, el hombre que ha abogado por la condonación de la deuda externa, ahora vuelve para desmantelar la bomba. Sólo que a la antigua: es la bomba atómica.

"No anda mucha gente hablando de bombas atómicas en estos días, ¿no? Eso viene del léxico de mi padre. Su generación la llamaba bomba atómica, nosotros las llamamos armas de destrucción masiva", dice el cantante, de nuevo en el nombre del padre. "Aunque el asunto de las armas esté en el aire, en mi cabeza How to dismantle an atomic bomb se trata de mi padre, en realidad. De Bob. De cómo desmantelar a un Bob atómico. Este es un disco más personal que político".