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Emocionante reestreno de "Carmina Burana" 21/11/2004

23 de Noviembre de 2004 | 12:23 |
Emocionante reestreno de "Carmina Burana"

Gilberto Ponce 21/11/2004

Uno de las formas más recurrentes para reconocer a una obra maestra es su permanencia en el tiempo. Ésta lleva a las nuevas generaciones a encontrar valores artísticos que no han perdido su vigor a través de paso de los años.

Éste es el caso de la coreografía de "Carmina Burana", creación máxima de Ernst Uthoff, y sin duda una de las obras más geniales producidas en nuestro país, que logró además reconocimiento internacional.

La poderosa música de Carl Orff generó este espacio poético que ha encantado desde su primera presentación en 1953, hasta ahora que será conocida por jóvenes que llegan atraídos por su música.

La reposición es en conmemoración del centenario del nacimiento de Uthoff y convocó a los mismos elencos que la estrenaron: el Ballet Nacional Chileno (BANCh), la Orquesta Sinfónica de Chile (OSCH) y el Coro de la Universidad de Chile, cuestión que reviste un desafío en cuanto a montaje, pues la coreografía estaba diseñada para el espacio del Teatro Municipal, debiendo restringirse al escenario del Teatro de la Universidad de Chile, de dimensiones bastante menores. Otro dato no menor es que el elenco actual del ballet es nuevo en esta experiencia. Por ello es que resultó significativo el aporte en esta producción de bailarines con la experiencia de haberlo bailado.

Luego de un homenaje a Lola Botka, esposa de Uthoff y las palabras de Luis Merino, director del CEAC, y del Rector (S) de la Universidad de Chile Dr. Jorge Litvak, se procedió a la presentación.

Del cuerpo de baile solo podemos alabar su disciplina y precisión, además de un indisimulado deseo de hacer las cosas de la mejor forma posible. Consideramos que con el transcurso de las funciones se irán soltando, para hacer de cada uno de sus roles algo más propio. Sin desmerecer otros momentos, creemos que en "In Taberna" lograron un triunfo absoluto. Los solistas, de gran solvencia, fueron ganando en interpretación a medida que transcurría la función. El Bufón de Alex Gauna, resultó preciso en sus pasos y figuras. Un tanto inexpresiva en las primeras escenas Paola Moret, la Doncella, construyó junto a Alfredo Bravo, el Doncel, una hermosa y expresiva pareja en el tercer acto. Todavía un tanto inexpresiva es la Mujer de Blanco a cargo de Carola Alvear, y en gran papel Vivian Romo se lució con su espectacular Mujer de Rojo. El Prólogo resultó un tanto frío, seguramente por los nervios del estreno, pero en la suma final, creemos que el Ballet dirigido ahora por Gigi Caciuleanu se anotó un significativo triunfo.

La Orquesta recién llegada de una exitosa gira por Alemania, fue un importante aporte al éxito, con gran concentración y afinación, respondieron a las precisas indicaciones de su director David del Pino.

El Coro, dirigido por Hugo Villarroel, tiene una tremenda responsabilidad, pues debe cantar desde una ubicación poco cómoda. Su actuación fue de gran nivel en cuanto afinación y belleza de canto. Sólo con pequeños desajustes rítmicos, triunfaron incluso en el "Si puer" a pesar de la desafinación notable del solista. Los fortes fueron de peso vocal y los pianos muy musicales. Hubiéramos querido más peso en las voces masculinas en la Taberna, pero en el total se reflejó un gran trabajo.

La mayor objeción la tenemos con dos de los solistas vocales. El histrionismo de Igor Concha no borra las permanentes desafinaciones y el escaso volumen de voz. Pensamos que esta obra no es para su registro. Pilar Aguilera, tiene bonita voz, pero desafina en los agudos además de mostrar problemas con el fiato. Se agradece la afinación de Moisés Mendoza, quien cantó con impecable línea de canto.

En resumen un gran éxito colectivo, y un merecido homenaje a Ernst Uthoff, uno de los personajes más importantes de la Danza en Chile.