"No estoy interesado en el pasado"
El músico tocó en Chile como DJ. No le gustó, no lo disfrutó. Aquí sus razones.
Paulina Toro 29/11/2004
Boy George (43) primero mira de lado, desconfiado y coqueto. Escudriño feroz del rostro completo de quien se le acerca. Se mueve lento, como geisha, y después de un rato entrega por fin el total de sus ojos azules como agua. Despacha una sonrisa, también coqueta y dos margaritas se les escapan en una ligera carcajada. Boy George es reticente, sí, pero muy dulce. Le carga que lo toquen, que le den besos, o que se atrevan a hacerle cariño. "Wuuuac!", dijo el músico a las 5 de la madrugada del domingo 28 en su camerino de Santiago, después de que una borracha mujer se le acercara para felicitarlo con un abrazo.
Esa noche del sábado no fue nada buena para el ex vocalista de Culture Club. Llegó poca gente, unas 200 personas, hasta la discoteca Luxor, de Departamental, para ver al cantante actuar como pincha discos. ¿Si es que disfrutó su show?. "No, la verdad", dice. Y relata: "La gente no estaba interesada en bailar y la mayoría se quedó pegada en el bar".
George, como le dice su manager, no quedó decepcionado. Sólo no le gustó la atmósfera del lugar. Y muy correcto, sentado derecho, piernas juntas y con las manos tomadas, explica: "He sido DJ por 12 años en Reino Unido y no me gusta esta clase de reacciones. Y debo decir que no estoy interesado en el pasado. Me gusta ser simpático con la gente, pero no me gusta cuando empiezan a gritar por "It’s a miracle" o "Karma Chameleon". Es una situación difícil, porque se trata de gente dulce".
Aunque este icono del travestismo ya no lleve largas trenzas, su aspecto sigue siendo el de una mujer, ahora más gorda, más madura y con una crítica visión sobre la homosexualidad: "Veinte años atrás a la gente le importaba más el tema de la sexualidad. Creo que ahora ves una cierta aceptación, que incluso aparece en televisión, pero también ves una manera ofensiva ahí. Como si la gente heterosexual aceptara la homosexualidad pero sin querer vivirla en la realidad".
Sobre el matrimonio gay, también critica: "Creo que pretende ser como el matrimonio corriente, y así nunca habrá felicidad. Es tratar de actuar como el otro, como tratar de hacer lo que tú haces para ser aceptado y me parece que eso es bastante naif".
George viaja esta mañana a Panamá para seguir su labor de DJ. Y el recuerdo que tendrá de Chile es similar al de su venida en 1993: "Fue lo mismo, la gente quería tocarme y besarme. Para mí no tiene sentido esa manera de comunicarse. No me gusta".
LO NUEVO
BOY George acaba de terminar un álbum llamado "Yam Yam". "Es muy sensual", dice él.
