Pilas vencidas
Marcelo Contreras 29/11/2004
La historia dice que "Stayin’ Alive", el evento compuesto por tres imitadores de The Bee Gees -que se presentó en el Club Hípico ante 1.500 personas-, cuenta con la venia de los originales. Si es así, el casting estuvo flojo. Estos "impersonators" se parecerán de lejos, pero sus voces en ningún caso son tributo a los hermanos Gibb. "Barry" es el más empeñoso, pero su falsete no tiene pizca de potencia, mientras que "Robin" es un fiasco. Deslavó un clásico como "I started a joke", esquivando sin pudor el caprino sello vocal del original.
Como The Bee Gees nunca fue un tornado escénico, había pantalla gigante. Lo que allí se proyectaba era lejos más entretenido que el concierto mismo, ejecutado por los tres imitadores (más un baterista y un bajista), con la energía de quien timbra formularios. En largos pasajes se reprodujeron imágenes de otros impersonators. ¿Es que hay más? De ser así, nos tocaron los que están con ganas de llegar a la casa y sacarse por un buen rato el traje de un hermano Gibb.