MIAMI.- El divorcio del famoso pianista cubano Chucho Valdés tomó un nuevo giro porque su esposa Ileana Mateu no sólo argumenta un matrimonio fraudulento, sino que pide embargar los bienes del músico en el extranjero, según se revelo hoy en Miami.
La demanda de divorcio tiene lugar ante un tribunal de la ciudad de Bergen, en el estado de Nueva Jersey. Mateu, de nacionalidad estadounidense, arguye que Valdés se casó con ella por interés para conseguir la residencia permanente en Estados Unidos.
Mateu ahora amplió la demanda exigiendo que el juez congele los ingresos obtenidos por ventas de discos o anticipos por futuras presentaciones de las firmas EMI Group, Blue Note Records, Capitol Records y la promotora de conciertos International Music Network.
El diario "El Nuevo Herald" precisó que la demanda involucra al Instituto Cubano de Música (ICM), dependiente del Ministerio de Cultura de la isla, que recibiría el 25 por ciento de lo que recauda Valdés por sus presentaciones internacionales.
"Esta demanda va a poner en juego la enorme hipocresía en torno al embargo comercial contra Cuba", dijo al diario el abogado de la demandante, Gilberto García.
"Trataremos de embargar los dólares que están siendo transferidos a compañías extranjeras para beneficiar ilegalmente a un cubano residente en la isla", agregó García.
Según la demanda, Capitol Records y su afiliada Blue Note Records, que son las firmas que promueven las ventas de los discos de Valdés en Estados Unidos, están transfiriendo esos fondos a la EMI Group de Canadá, en Toronto, desde donde se remiten los pagos al artista.
García dijo que los activos del cantante ascienden a 103.000 dólares en el Banco Dominion, en Toronto, y a unos 200.000 en el Banco Vizcaya, en Madrid.
Valdés, de 63 años, se casó con Mateu en 2002 y actualmente preside en La Habana el XXI Festival Internacional de Jazz Plaza 2004.
Al trascender en Cuba la demanda de divorcio, a fines de octubre, el ministro de cultura cubano Ariel Prieto declaró que Valdés "es un tesoro de nuestra patria" y que los hechos sobre su divorcio eran parte de "intereses mezquinos que no merecen el menor de los comentarios".
Mateu insiste en que Valdés se casó con ella sólo para burlar el embargo estadounidense contra Cuba y por interés porque buscaba la residencia permanente en Estados Unidos.
