Oratorio "El Mesías", un digno fin de Temporada
Gilberto Ponce 14/12/2004
Bajo la dirección de Maximiano Valdés se presentó como culminación de la Temporada de la Orquesta Filarmónica, uno de los más célebres y populares oratorios de todos los tiempos, "El Mesías" de Georg Friedrich Haendel, obra que suscita siempre un enorme interés entre los aficionados.
En esta oportunidad se contó con la participación del Coro del Teatro Municipal, los solistas vocales, Carolina Ullrich soprano, la contralto Evelyn Ramírez, Rodrigo del Pozo, tenor, y el bajo Javier Arrey.
Si bien a lo largo de la función se lograron momentos muy notables, no podemos desconocer que la versión resultó plana, con pocos matices y en general inexpresiva. Estamos consientes de las múltiples interpretaciones que ha recibido este Oratorio, en versiones que se asegura, son originales, como que también se ha visto sometida a varias revisiones, las primeras del mismo Haendel, para finalmente ser objeto de nuevas orquestaciones, donde la más importante es la realizada por Mozart. Todas estas consideraciones nos llevan a una cierta aceptación de las versiones, pero donde no podemos dejar de lado consideraciones de tipo interpretativo, como la expresión y una búsqueda de contrastes que enriquezcan la versión, sin olvidar que Haendel es un compositor para el que los oratorios en cierta medida son óperas de concierto, o sea la palabra debe reflejarse en la música.
La versión de Valdés privilegia el fenómeno sonoro, uniformando instrumentos y voces, para desde allí extraer su concepto sonoro, pero en esa búsqueda que a veces resulta particularmente hermosa, se pierde el concepto dramático que la caracteriza.
Un momento donde se logró la unión texto-música fue en el coro "Surely", así como los coros finales, sin olvidar la eficacia del celebérrimo "Hallelujah". Algo similar ocurrió con el recitativo y aria para tenor de la primera parte donde Valdés consiguió excelentes fraseos entre la orquesta y el tenor del Pozo.
No sabemos la razón por la que en los cortes que sufrió esta versión, fuera suprimida la "Pifa", conocida también como "pastoral", uno de los momentos para orquesta sola más hermosos de la obra.
Esta es una obra eminentemente coral, donde el conjunto se ve sometido a variados desafíos, entre los que destacan las grandes series de semicorcheas que obligan a una gran destreza vocal, el coro del teatro, cuya labor más importante la desempeñan en la ópera, debe cambiar drásticamente de estilo, y ajustarse a tiempos de gran precisión. No podemos sino alabar sus resultados, en impecable estilo, fraseos inteligentes y en su habitual afinación. Un gran logro para su director Jorge Klastornik y cada uno de sus integrantes, que lo confirman como uno de los mejores conjuntos de nuestro país.
Los solistas observaron en general una fonética de gran nivel, y destacamos a la soprano Ullrich, con excelentes resultados en sus ornamentaciones para las repeticiones y en su aria "Rejoice" que le permitió lucir su hermosa voz. Evelyn Ramírez posee una hermosa y gran voz de contralto, que rendirá grandes resultados cuando busque además de hermoso canto, interpretar más los textos, sin duda es una las grandes promesas en esa cuerda. Rodrigo del Pozo con la solvencia habitual, y en estilo acertadísimo, sin duda el mejor en este rango. El bajo Javier Arrey, tiene una gran voz, que a veces descontrola, pero destacamos su aria de la trompeta, genialmente acompañado por Eugene King.
"El Mesías" es un digno fin de temporada, donde los resultados globales son ampliamente satisfactorios por el comportamiento de sus intérpretes, a pesar de las divergencias que tengamos en cuanto a la versión.
