WASHINGTON.- Tras las críticas realizadas a General Motors ("Roger & Me"), el negocio de las armas ("Bowling for Columbine") y al presidente George W. Bush ("Fahrenheit 9/11"), el cineasta Michael Moore eligió ahora basar su documental en las casas farmacéuticas, según el diario Los Angeles Times.
Seis de las más grandes empresas farmacéuticas se preparan para lo peor, por lo que comenzaron a difundir comunicados internos a sus empleados, poniéndolos en guardia por potenciales "emboscadas" de Moore.
"Hemos publicado un artículo en nuestros diarios online para advertir al personal que Moore está preparando un documental. Allí les pedimos que estén 'atentos a un tipo malintencionado con un sombrero de béisbol'", dijo Stephen Lederer, portavoz para la Pfizer Global Research and Development.
El proyecto de Moore es sólo la última "maldad" noticiosa para una industria que está en la mira, por una serie de revelaciones sobre los efectos negativos de algunos de los más populares (y lucrativos) analgésicos e inflamatorios sobre el mercado.
Estudios recientes evidenciaron un elevado riesgo de problemas cardiovasculares ligados a Vioxx, Celebrex y Aleve.
Los resultados de los estudios dan indicios de futuras causas legales. Hay además una inundación de fármacos a bajo precio producidos en Canadá.
Los balances sanitarios disminuyen cada vez más y fue puesto en discusión el rigor de los controles efectuados de la FDA, el ente federal responsable de la seguridad de los alimentos y de los fármacos, que hace prever una vuelta de tuerca.
Las advertencias sobre Moore fueron lanzadas a los empleados por las casas farmacéuticas entre septiembre y octubre, cuando GlaxoSmithKline, el número dos en la clasificación de ventas, la AstraZeneca y la Wyeth comenzaron a poner en guardia a su personal.
Los "pesos pesados" Sanofi-Synthelabo y Aventis lanzaron advertencias antes de su fusión, mientras que Merck, Abbott laboratories, Eli Lilly, Bristol-Myers-Squibb, Novartis y Teva enviaron rutinas instructivas a los empleados sobre como tener relaciones con la prensa sin identificar a Moore por el nombre.
"No sólo con Michael Moore, sino también con el público en general", aclaró J.J. Fingland, director de comunicaciones de la Asociación de Industriales (la Pharmaceutical Research and Manufactureres of America).
"Somos criticados desde el Congreso y por los medios de comunicación, que tienden a ponernos sobre el mismo plan de la industria del tabaco, aunque nuestra misión es salvar vidas", se lamentó Fingland.
Con el título provisorio "Sicko", el filme de Moore debería estrenarse a mediados del 2006, en el período entre los Festivales de Sundance y Cannes.
Ningún acuerdo fue todavía firmado, aseguró Los Angeles Times, al tiempo que aclaró que hay mucho interés entre los estudios cinematográficos.
