El blondo cantante británico está experimentando un auge en su carrera, pero alejado del rock.
LONDRES.- Si de algo puede jactarse el famoso rockero británico Rod Stewart es de su prominente nariz y alborotada cabellera rubia y de ir contra su reloj biológico y, hasta todavía, ufanarse cantando al público, con inaudita credibilidad: "Por siempre joven" ("Forever young") y rematar preguntando a un ritmo funky discotequero "¿Crees que soy sexy?" ("Da ya think I m sexy?"). Todo a los 60 años de juventud guardada que hoy celebra Rod Stewart.
Sin embargo, cuánta razón tenían algunos críticos musicales quienes desde finales de la década de los 70 vaticinaban que Roderick David Stewart, tras ser mod y beatnick futbolista transformado en millonario playboy obsesionado por las rubias explosivas, terminaría su carrera como Elvis Presley: cantando en teatros, casinos o en Las Vegas, y no precisamente rock, con éxito en un género indiscutiblemente apto para "adultos contemporáneos" como crooner (término surgido en los años 50 para definir al intérprete masculino de baladas románticas).
De 2002 a la fecha el glamuroso rubio de aguardentoso rango vocal ha lanzado, tras haber dejado su anterior casa discográfica Warner y firmar con el sello J-Records, la trilogía discográfica The great american songbook ("It had to be you", "As time goes by" y "Stardust"), con la que ha revitalizado su carrera siendo un fenómeno de ventas, con más de 12 millones de álbumes en todo el mundo.
Si el rock no es algo que venda en las dimensiones que su ego exige y, por ende, ya es parte de un pasado glorioso, curiosamente no duda en incluir sus más emblemáticas canciones de esa época en los recitales ("Maggie May", "Reason to believe", "Hanbags & gladrags" y "You re in my heart"), como en el "One night only! Rod Stewart live at Royal Albert Hall", grabado en Londres el 13 de octubre de 2004 para la BBC y recién comercializado en DVD, con la participación de su otrora compañero en The Faces y actual guitarrista de The Rolling Stones, Ron Wood.
