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Reggaeton: Osado ritmo popular juvenil también desata controversia en Cuba

El reggaeton, que enardece tanto los ánimos en los sitios bailables que hasta compite con los bailes nacidos en la isla, es un ritmo híbrido nacido de la fusión del reggae y el rap en el triángulo Jamaica-Panamá-Puerto Rico.

04 de Marzo de 2005 | 15:28 | Reuters
LA HABANA.- "Si dejas que meta la mano en tu pantaloncito se me para el corazoncito", dice la letra de una canción de reggaeton, ritmo que está causando furor entre los jóvenes en Cuba y ha desatado controversia por sus audaces letras y sensual manera de bailarlo.

No se trata sólo de una discusión sobre la calidad del género, sino sobre su posible censura, que puntualmente se produjo cuando, semanas atrás, a un grupo le fue cancelada la difusión ya programada del video de una de sus canciones.

El reggaeton, que enardece tanto los ánimos en los sitios bailables que hasta compite con los bailes nacidos en la isla, es un ritmo híbrido nacido de la fusión del reggae y el rap en el triángulo Jamaica-Panamá-Puerto Rico. Los puertoriqueños Don Omar y Tego Calderón son los artistas del género más conocidos en Cuba.

Recientemente, el periódico oficialista Juventud Rebelde, portavoz de la Unión de Jóvenes Comunistas, lanzó el debate con un artículo donde planteaba la interrogante de si era necesario prohibir este género musical que ya compite con la salsa.

Si bien las letras son audaces en su mayoría, existen grupos más moderados en sus textos, aceptados por los organismos estatales que controlan la difusión y comercialización de la música en el país.

Pero hay otras agrupaciones que graban sus canciones con letras de fuerte contenido sexual, que no llegan a difundirse por los medios de comunicación, todos controlados por el Estado.

Estos grupos, como "Calle 35", de la central provincia de Cienfuegos o el capitalino "Los tres gatos", no están prohibidos legalmente pero sólo pueden difundir su música a través de fiestas, de la distribución "de mano en mano" y eventualmente logran que alguien conocido pase sus canciones en alguna emisora estatal.

Quienes mueven sus cuerpos al ritmo del reggaeton no les preocupa el debate sobre esta danza, que algunos han denominado "perreo" por la erótica colocación de quienes lo bailan, con la mujer de espaldas al hombre.

"Dentro de este fenómeno musical ocurre una fusión de fusiones, pues ingresan también elementos nuevos que vienen del rock y del funk, por lo tanto puede ser muy atractivo y condicionar la masiva respuesta de los jóvenes", dijo a Reuters la musicóloga María Teresa Linares.

La octogenaria especialista dijo que aprueba a los raperos locales cuyas canciones contienen mensajes importantes para la juventud cubana actual, como los marcados en defensa de la mujer contra los abusos machistas.

Pero "no estoy de acuerdo con la difusión del reggaeton porno y agresivo que graban grupos desconocidos de manera clandestina, que son utilizados en los bailables de escuelas de primaria en esta ciudad, y no soy una puritana", añadió acalorada.

Productores de programas radiales, como Tony Basanta y Guillermo Vilar, coincidieron en rechazar el "reggaeton basura" que usa "textos chabacanos, groseros y vulgares por ciertos grupos improvisados", dijo Basanta.


La sombra de la prohibición

"Ojo con tanto reggaeton lamentable, con tanta agrupación de segunda y tercera categoría", alertó Alpidio Alonso, principal dirigente de la asociacion cultural Hermanos Saíz, de la juventud comunista, citado por Juventud Rebelde.

Periodistas del sector cultural en medios locales comentaron a Reuters bajo condición de anonimato, que el ministro de cultura, Abel Prieto, expresó en una asamblea provincial su rechazo a prohibir el reggaeton, pero pidió que se seleccionara lo mejor y se estudiara este fenómeno musical en crecimiento.

El líder del grupo Cubanos en la Red, Osmel Francis, dijo a Reuters que después del artículo sobre el reggaeton en Juventud Rebelde, el video de su canción "Lobo feroz" no fue exhibido por la televisión cubana porque el programador lo tildó de muy fuerte en el aspecto sexual.

"Cómete la piña, María. Cómo le gusta la piña a María. La piña pelá (pelada)! Tranca, tranca, tranca (alusión al órgano sexual masculino)!!", repite estridentemente el estribillo de una canción de este grupo, considerado entre los moderados.

"La piña pelá", del grupo Cubanos en la Red, uno de los pocos practicantes del género que pertenece al catálogo de la oficial agencia cubana de rap, es el primer reggaeton grabado en video.

"Tratamos siempre de alejarnos del reggaeton que se hace en Puerto Rico y nunca mostramos el llamado ‘perreo’ en nuestros clips, en cambio buscamos la cubanía al introducir elementos gestuales afrocubanos en los bailables como el vacunao (baile con movimientos de pelvis) de los grupos bantúes", dijo Francis.


Respetar a los jóvenes

Tanto en Cuba como en Puerto Rico o Jamaica, el reggaeton refleja el mundo marginal que lo genera, aunque en la isla de gobierno comunista, no se ha asociado con pandilleros y hechos violentos como en otros países.

Por su parte, Roberto Valera, un destacado compositor cubano de música sinfónica y profesor en el Instituto Superior de Arte, instó a evitar la tentación de prohibirlos.

"Debemos respetar a las nuevas generaciones en su manera de divertirse y disfrutar la música. Todos estos ritmos en boga tienen un tiempo de furor, y luego llega un momento en que pasan Lo peor que pude ocurrírsele a alguien es prohibirlo", dijo a Reuters.

Laura Vilar, editora de la revista musical cubana Clave, calificó de imitadores de los grupos caribeños a algunos surgidos en el oriente de Cuba, aunque hay otros que incorporan elementos musicales propios.

"Son expresiones nuevas que pasarán, pero para ser populares no es necesario ser tan groseros en los textos, no tienen que caer necesariamente en estos facilismos con ambigüedades sexuales, pues la picardía erótica ha estado en la música cubana desde el origen del son", dijo a Reuters.
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