BERLÍN.- Positivas son las críticas que aparecieron en algunos diarios y páginas de cine online alemanas sobre la película chilena "Machuca" que, a partir de hoy, se puede ver en los cines locales. Destacan la mirada de Andrés Wood y hacen especial hincapié en los conflictos y temas que llevan al descubierto la amistad entre Pedro Machuca y Gonzalo Infante.
Sin embargo, habrá que ver si el público es capaz de ver, igualmente, más allá de la situación política que se vivió en la época en que está ambientada la película. Por lo menos esa es la duda que quedó en el aire luego de la conversación sobre la cinta, abierta al público, que se realizó después de su primera presentación en los cines locales.
Una mezcla de chilenos residentes en Berlín, con alemanes que han vivido en nuestro país y otros personas que no tenían ninguna relación con "Machuca", más allá del interés, conformaron el grupo de asistentes que llenó la pequeña sala en el centro de la capital alemana en la que se proyectó la película de Wood.
La charla contaba con un invitado: Eduardo Busquets, de la Embajada de Chile en Berlín, quien participó en esta ocasión como, según él mismo lo expresó, un ex alumno del colegio Saint George que conoció personalmente el cura Gerardo Whelan, personaje de la vida real en que se basó Machuca.
Pero el público asistente estaba más interesando en saber sobre el escenario político de los años ´70 y en qué pasó con los protagonistas, que de la película misma. Más aún, la discusión subió de tono cuando el tema fue la política económica del gobierno militar.
Busquets, que aún no había visto "Machuca", encontró la cinta "muy impactante y emotiva". Especialmente si se considera que casualmente pudo asistir, durante una de sus visitas a Chile hace dos años, al funeral del padre Whelan. Luego de finalizada la conversación, lamentó que la gente no mostrara más interés en ahondar en la amistad de los dos colegiales de niveles socioeconómicos diametralmente diferentes y los conflictos generados entre y alrededor de ellos.
Para un alemán, que se enteró acá del 11 de septiembre del 73 a través de la radio durante un paseo en bote, y que por simple interés dice haber leído mucho acerca de esa época, le gustó la película pero sintió que no se mostró la realidad que cree tiene que haber sido "mucho más dura". Por otra parte Kerstin, una alemana que vivió en Chile, la película la conmovió mucho. "De hecho lloré en varias partes, al igual que muchos en el público, especialmente aquellos que tienen una relación directa con esa época y que yo conozco", comenta.
"El punto de vista humano fue el que más me gustó, especialmente el rol de Gonzalo y su ingenuidad. Se nota que el niño Machuca tenía más sentido de la realidad y se puede apreciar cómo Gonzalo tenía que aprender ese coraje que el otro ya tenía. Creo que artísticamente esta situación fue muy bien llevada al cine", analiza Kerstin. Pero claro, vivió hasta el año 2000 en Chile y sabe, por ejemplo, que el conflicto generado por las diferencias de las clases sociales es un tema que está lejos de ser historia en nuestro país.
